Fecunden el sol y las lluvias sus campos labrantíos; florezcan sus industrias y todas sus riquezas esplendan bajo su cielo de zafiro.
Mi corazón y mi pensamiento, en una sola voluntad, exaltarán su nombre, en un constante esfuerzo por su cultura.
Número en acción en la conquista de sus altos valores morales, factor permanente de la paz y del trabajo, me sumaré a sus energías; y en el hogar, en la sociedad o en los negocios públicos, en cualquier aspecto de mi destino, siempre tendré presente mi obligación ineludible de contribuir a la gloria de Honduras.
Huiré del alcohol y del juego, y de todo cuanto pueda disminuir mi personalidad, para merecer el honor de figurar entre sus hijos mejores.
Respetaré sus símbolos eternos y la memoria de sus próceres, admirando a sus hombres ilustres y a todos los que sobresalgan por enaltecerla.
Y no olvidaré jamás que mi primer deber será, en todo tiempo, defender con valor su soberanía, su integridad territorial, su dignidad de nación independiente; prefiriendo morir mil veces antes que ver profanado su suelo, roto su escudo, vencido su brillante pabellón.
¡Bendiga Dios la prodiga tierra en que nací!
Libre y civilizada, agrande su poder en los tiempos y brille su nombre en las amplias conquistas de la justicia y del derecho.
HONDURAS tierra bendita que DIOS prospera
Tierra fértil que me vio nacer
Tierra que de DIOS su fruto espera
En las manos de DIOS has de permanecer
Honduras ¿Quién dice que tus poetas han muerto?
Patria mía en ti esta mi inspiración
Pues Honduras es belleza, poesía que llevo dentro
Nación hermosa que amo con pasión
En HONDURAS se trabaja se estudia se prospera
Para recibir riquezas, un título una profesión
Sin abandonar mi tierra, sin darle la espalda a sus fronteras
HONDURAS premia a sus hijos con amor
Hoy invito a los jóvenes que se levanten
Que salgan del anonimato en que se encuentran
Y sus sueños puedan conquistar
Pues solo una vez se vive en la vida
Y hay que dar pasos de gigantes
Si en el mundo quieres triunfar
Honduras ¿Quién dice que tus poetas han muerto?
Patria mía en ti esta mi inspiración
Pues Honduras es belleza, poesía que llevo dentro
Nación hermosa que amo con pasión
WILSON LEONEL FLORES
(AUTOR HONDUREÑO)
Lee todo en: Poema HONDURAS PATRIA MIA, de wilson flores, en Poemas del Alma http://www.poemas-del-alma.com/blog/mostrar-poema-159232#ixzz2WQFgpLn6
Tórridos los versos de mi compatriota... demasiado pesimistas para mi gusto, pero un poemazo después de todo.
Ramón Ortega
Verdades amargas
Yo no quiero mirar lo que he mirado
a travéz del cristal de la experiencia,
el mundo es un mercado en que se compra
amor, voluntad y conciencia.
Amigos...es mentira...no hay amigos,
la verdadera amistad es ilusión,
ella cambia, se aleja y desaparece,
con los giros que da la situación.
Amigos complacientes sólo tienen
los que disfutan de ventura y calma,
pero aquellos que abate el infortunio,
sólo llevan tristezas en el alma.
En éste laberinto de la vida,
donde tanto domina la maldad,
todo tiene su precio estipulado,
amores, parentesco, y amistad.
El que nada atesora, nada vale,
en toda reunión pasa por necio;
y por nobles que sus hechos sean,
lo que alcanza es la burla y el desprecio.
Lo que brille nomás tiene cabida,
aunque brille por oro lo que es cobre,
lo que no perdonamos en la vida
es el cruel delito de haber nacido pobre.
La estupidez, el vicio y hasta el crimen
pueden tener su puesto señalado,
las llagas del defecto no se miran
si las cubre un diamante bien tallado.
La sociedad que adora su deshonra,
persigue con sáña al criminal,
más, si el puñal es de oro,
enmudece el juez...y besa el puñal.
Nada hermano es perfecto, nada afable,
todo está con lo impuro entremezclado,
el mismo corazón con ser tan noble,
cuántas veces se encuentra enmascarado.
Que existe la virtud...yo no lo niego
pero siempre en conjunto defectuoso,
hay rasgos de virtud en el malvado
y hay rasgos de maldad en el virtuoso.
Cuándo veo a mi paso tanta infamia
y que mancha mi planta tanto lodo,
ganas me dan de maldecir la vida,
ganas me dan de maldecirlo todo.
Porque ceñido a la verdad estoy,
me dieron a libar hiel y veneno,
hiel y veneno en recompensa doy.
Y si tengo la palabra tosca,
en estas lineas oscuras y sin nombres
doblando las rodillas en el polvo,
pido perdón a Dios, pero no al hombre.
Lee todo en: Verdades amargas - Poemas de Ramón Ortega http://www.poemas-del-alma.com/ramon-ortega-verdades-amargas.htm#ixzz2WQEma4Kx
Tuve la fortuna de conocer a Clementina Suárez, irreverente, bohemia, salida de los esquemas de mujer tradicional, como buena poetisa. Que sigas hilvanando poesía en el firmamento Clemen...
Clementina Suárez
El regalo
Quisiera regalarte un pedazo de mi falda,
hoy florecida como la primavera.
Un relámpago de color que detuviera tus ojos en mi talle
- brazo de mar de olas inasibles -
la ebriedad de mis pies frutales
con sus pasos sin tiempo.
La raíz de mi tobillo con su
eterno verdor,
el testimonio de una mirada que te dejara en el espejo
como arquetipo de lo eterno.
La voluble belleza de mi rostro, tan cerca de morir a cada instante
a fuerza de vivir apresurada.
La sombra de mi errante cuerpo
detenida en la propia esquina de tu casa.
El abejeante sueño de mis pupilas
cuando resbalan hasta tu frente.
La hermosura de mi cara
en una doncellez de celajes.
La ribera de mi aniñada voz con tu sombra de increíble tamaño,
y el ileso lenguaje que no maltrata la palabra.
Mi alborozo de niña que vive el desabrigo
para que tú la cubras con la armadura de tu pecho.
O con la mano aérea del que va de viaje
porque su sangre submarina jamás se detiene.
La fiebre de mis noches con duendes y fantasmas
y la virginal lluvia del río más oculto.
Que a nivel del aire, de la tierra y el fuego,
el vientre como abanico despliega.
La espalda donde bordas tus manos
hinchadas de oleaje, de nubes y de dicha.
La pasión con que desgarras
en el lecho del mismo torrente inabarcable
como si el mismo corazón se te hiciera líquido
y escapara de tu boca como un mar sediento.
El manojo de mis pies
despiertos andando sobre el césped.
Como si trémulos esperaran la inexpresada cita
donde sólo por el silencio quedaron las cadenas rotas.
Y en tus dedos apresado el apremio de la vida
que en libertad dejó tu sangre,
aunque con su cascada, con su racha,
los árboles del deshielo, algo de ti mismo destrozaran.
La cabellera que brota del aire
en líquidas miniaturas irrompibles
para que tus manos indemnes hagan nido
como en el sexo mismo de una rosa estremecida.
La entraña donde te sumerges como buscando estrellas enterradas
o el sabor a polvo que hará fértiles nuestros huesos.
La boca que te muerde
como si paladeara ríos de aromas;
o hincándote los dientes
matizara la vida con la muerte.
El tálamo en que mides mi cintura
en suave supervivencia intransitiva,
en viaje por la espuma difundido
o por la sangre encendida humanizado
el mundo en que vivo
estremecida de gestaciones inagotables.
El minuto que me unge de auroras
o de iridiscencias indescriptibles.
Como si a ritmo de tu efluvio soberano
salvaras el instante de miel inadvertida;
O dejaras en el mágico horizonte de luces apagadas
el tiempo desmedido y remedido.
En que apresados quedaran los sentidos
y al fin ya sin idioma, desnudos totalmente.
Como si ensayando el vuelo se quemaran las alas
o por tener cicatrices se extenuaran los brazos.
La piel que me viste, me contiene y resuma,
la que ata y desata mis ramajes.
La que te abre la blanca residencia de mi cuerpo
y te entrega su más íntimo secreto.
Mi vena, llaga viva, casi quemadura,
huella del fuego que me devora.
El nombre con que te llamo
para que seas el bienvenido.
El rostro que nace con la aurora
y se custodia de ángeles en la noche.
El pecho con que suspiro, el latido,
el tic-tac entrañable que ilumina tu llegada.
La sábana que te envuelve en tus horas de vigilia
y te deja cautivo en él, duerme, sueño del amor.
Árbol de mi esqueleto
hasta con sus mínimas bisagras.
El recinto sombrío
de mis fémures extendidos.
La morada de mi cráneo, desgarrado lamento,
pequeña molécula de carne jamás humillada.
El orgullo sostenido de mis huesos
al que hasta con las uñas me aferro.
Mi canto perenne y obstinado
que en morada de lucha y esperanza defiendo.
La intemporal casa
que mi polvo amoroso te va ofreciendo.
El nivel del quebranto
o la herida que conmigo pudo haber terminado.
El llanto que me ha lavado
y que este pequeño cuerpo ha trascendido.
Mi sombra tendida
a merced de tu recuerdo.
La aguja imantada
con su impensable polen y sus rojas brasas.
Mi gris existencia
con su primera mortaja
Mi muerte
con su pequeña eternidad.
Lee todo en: El regalo - Poemas de Clementina Suárez http://www.poemas-del-alma.com/clementina-suarez-el-regalo.htm#ixzz2WQ4tIVMW
No me has hecho sufrir
sino esperar.
Aquellas horas
enmarañadas, llenas
de serpientes,
cuando
se me caía el alma y me ahogaba,
tú venías andando,
tú venías desnuda y arañada,
tú llegabas sangrienta hasta mi lecho,
novia mía,
y entonces
toda la noche caminamos
durmiendo
y cuando despertamos
eras intacta y nueva,
como si el grave viento de los sueños
de nuevo hubiera dado
fuego a tu cabellera
y en trigo y plata hubiera sumergido
tu cuerpo hasta dejarlo deslumbrante.
Yo no sufrí, amor mío,
yo sólo te esperaba.
Tenías que cambiar de corazón
y de mirada
después de haber tocado la profunda
zona de mar que te entregó mi pecho.
Tenías que salir del agua
pura como una gota levantada
por una ola nocturna.
Novia mía, tuviste
que morir y nacer, yo te esperaba.
Yo no sufrí buscándote,
sabía que vendrías,
una nueva mujer con lo que adoro
de la que no adoraba,
con tus ojos, tus manos y tu boca
pero con otro corazón
que amaneció a mi lado
como si siempre hubiera estado allí
para seguir conmigo para siempre.
"Camina plácido entre el ruido y la prisa, y piensa en la paz que se puede encontrar en el silencio. En cuanto sea posible y sin rendirte, mantén buenas relaciones con todas las personas. Enuncia tu verdad de una manera serena y clara, y escucha a los demás, incluso al torpe e ignorante, también ellos tienen su propia historia. Evita a las personas ruidosas y agresivas, ya que son un fastidio para el espíritu. Si te comparas con los demás, te volverás vano y amargado pues siempre habrá personas más grandes y más pequeñas que tú. Disfruta de tus éxitos, lo mismo que de tus planes. Mantén el interés en tu propia carrera, por humilde que sea, ella es un verdadero tesoro en el fortuito cambiar de los tiempos. Sé cauto en tus negocios, pues el mundo está lleno de engaños. Mas no dejes que esto te vuelva ciego para la virtud que existe, hay muchas personas que se esfuerzan por alcanzar nobles ideales, la vida está llena de heroísmo. Sé sincero contigo mismo, en especial no finjas el afecto, y no seas cínico en el amor, pues en medio de todas las arideces y desengaños, es perenne como la hierba. Acata dócilmente el consejo de los años, abandonando con donaire las cosas de la juventud. Cultiva la firmeza del espíritu para que te proteja de las adversidades repentinas, muchos temores nacen de la fatiga y la soledad. Sobre una sana disciplina, sé benigno contigo mismo. Tú eres una criatura del universo, no menos que los árboles y las estrellas, tienes derecho a existir, y sea que te resulte claro o no, indudablemente el universo marcha como debiera. Por eso debes estar en paz con Dios, cualquiera que sea tu idea de Él, y sean cualesquiera tus trabajos y aspiraciones, conserva la paz con tu alma en la bulliciosa confusión de la vida. Aún con todas sus farsas, penalidades y sueños fallidos, el mundo es todavía hermoso. Sé cauto, esfuérzate por ser feliz".
No, nada llega tarde, porque todas las cosas
tienen su tiempo justo, como el trigo y las rosas;
sólo que, a diferencia de la espiga y la flor,
cualquier tiempo es el tiempo de que llegue el amor.
No, amor no llegas tarde. Tu corazón y el mío
saben secretamente que no hay amor tardío.
Amor, a cualquier hora, cuando toca a una puerta,
la toca desde adentro, porque ya estaba abierta.
Y hay un amor valiente y hay un amor cobarde,
pero, de cualquier modo, ninguno llega tarde.
II
Amor, el niño loco de la loca sonrisa,
viene con pasos lentos igual que viene aprisa;
pero nadie está a salvo, nadie, si el niño loco
lanza al azar su flecha, por divertirse un poco.
Así ocurre que un niño travieso se divierte,
y un hombre, un hombre triste, queda herido de muerte.
Y más, cuando la flecha se le encona en la herida,
porque lleva el veneno de una ilusión prohibida.
Y el hombre arde en su llama de pasión, y arde, y arde,
y ni siquiera entonces el amor llega tarde.
III
No, yo no diré nunca qué noche de verano
me estremeció la fiebre de tu mano en mi mano.
No diré que esa noche que sólo a ti te digo
se me encendió en la sangre lo que soñé contigo.
No, no diré esas cosas, y, todavía menos,
la delicia culpable de contemplar tus senos.
Y no diré tampoco lo que vi en tu mirada,
que era como la llave de una puerta cerrada.
Nada más. No era el tiempo de la espiga y la flor,
y ni siquiera entonces llegó tarde el amor.
Son tus ojos los destellos que ofrecen
ilusiones de amor cuando me miran,
aliento en tus labios cuando suspiran,
embelesos que al ánimo enriquecen.
Es tu piel el encanto en que florecen
los sentimientos de pasión que aspiran,
la llamada a los anhelos que inspiran
los versos que en tu esencia me estremecen.
Es tu cuerpo el que deseo a mi lado
por mitigar del ánimo inclemencia
al sentir nuestro templo ilusionado,
placer apetecido en tu presencia;
ante tanta pasión quedo frustrado
por la virtual confusión de tu ausencia.
Ricardo Palma
No son los muertos los que en dulce calma
la paz disfrutan de la tumba fría;
muertos son los que tienen muerta el alma
y viven todavía.
No son los muertos, no, los que reciben
rayos de luz en sus despojos yertos;
los que mueren con honra son los vivos,
los que viven sin honra son los muertos.
La vida no es la que vivimos,
la vida es el honor, es el recuerdo,
por eso hay muertos que en el mundo viven
y hombres que viven en el mundo, muertos.
Gracias por lo invitación, seguro te leeré! jajaja!!... cómo es un semblante de mediodías?... con el ceño fruncido con el sol dándote de frente?, ya me picó el gusanillo de la curiosidad!
¿Qué es la vida?, ¿un frenesí?
¿Qué es la vida? Una ficción,
una sombra, una ilusión...
Y el mayor bien es pequeño:
que toda la vida es sueño,
y, los sueños, sueños son.
Insigne poeta de mi patria... Froylán Turcios!
LA ORACIÓN DEL HONDUREÑO
¡Bendiga Dios la prodiga tierra en que nací!
Fecunden el sol y las lluvias sus campos labrantíos; florezcan sus industrias y todas sus riquezas esplendan bajo su cielo de zafiro.
Mi corazón y mi pensamiento, en una sola voluntad, exaltarán su nombre, en un constante esfuerzo por su cultura.
Número en acción en la conquista de sus altos valores morales, factor permanente de la paz y del trabajo, me sumaré a sus energías; y en el hogar, en la sociedad o en los negocios públicos, en cualquier aspecto de mi destino, siempre tendré presente mi obligación ineludible de contribuir a la gloria de Honduras.
Huiré del alcohol y del juego, y de todo cuanto pueda disminuir mi personalidad, para merecer el honor de figurar entre sus hijos mejores.
Respetaré sus símbolos eternos y la memoria de sus próceres, admirando a sus hombres ilustres y a todos los que sobresalgan por enaltecerla.
Y no olvidaré jamás que mi primer deber será, en todo tiempo, defender con valor su soberanía, su integridad territorial, su dignidad de nación independiente; prefiriendo morir mil veces antes que ver profanado su suelo, roto su escudo, vencido su brillante pabellón.
¡Bendiga Dios la prodiga tierra en que nací!
Libre y civilizada, agrande su poder en los tiempos y brille su nombre en las amplias conquistas de la justicia y del derecho.
HONDURAS PATRIA MIA
HONDURAS tierra bendita que DIOS prospera
Tierra fértil que me vio nacer
Tierra que de DIOS su fruto espera
En las manos de DIOS has de permanecer
Honduras ¿Quién dice que tus poetas han muerto?
Patria mía en ti esta mi inspiración
Pues Honduras es belleza, poesía que llevo dentro
Nación hermosa que amo con pasión
En HONDURAS se trabaja se estudia se prospera
Para recibir riquezas, un título una profesión
Sin abandonar mi tierra, sin darle la espalda a sus fronteras
HONDURAS premia a sus hijos con amor
Hoy invito a los jóvenes que se levanten
Que salgan del anonimato en que se encuentran
Y sus sueños puedan conquistar
Pues solo una vez se vive en la vida
Y hay que dar pasos de gigantes
Si en el mundo quieres triunfar
Honduras ¿Quién dice que tus poetas han muerto?
Patria mía en ti esta mi inspiración
Pues Honduras es belleza, poesía que llevo dentro
Nación hermosa que amo con pasión
WILSON LEONEL FLORES
(AUTOR HONDUREÑO)
Lee todo en: Poema HONDURAS PATRIA MIA, de wilson flores, en Poemas del Alma http://www.poemas-del-alma.com/blog/mostrar-poema-159232#ixzz2WQFgpLn6
Tórridos los versos de mi compatriota... demasiado pesimistas para mi gusto, pero un poemazo después de todo.
Ramón Ortega
Verdades amargas
Yo no quiero mirar lo que he mirado
a travéz del cristal de la experiencia,
el mundo es un mercado en que se compra
amor, voluntad y conciencia.
Amigos...es mentira...no hay amigos,
la verdadera amistad es ilusión,
ella cambia, se aleja y desaparece,
con los giros que da la situación.
Amigos complacientes sólo tienen
los que disfutan de ventura y calma,
pero aquellos que abate el infortunio,
sólo llevan tristezas en el alma.
En éste laberinto de la vida,
donde tanto domina la maldad,
todo tiene su precio estipulado,
amores, parentesco, y amistad.
El que nada atesora, nada vale,
en toda reunión pasa por necio;
y por nobles que sus hechos sean,
lo que alcanza es la burla y el desprecio.
Lo que brille nomás tiene cabida,
aunque brille por oro lo que es cobre,
lo que no perdonamos en la vida
es el cruel delito de haber nacido pobre.
La estupidez, el vicio y hasta el crimen
pueden tener su puesto señalado,
las llagas del defecto no se miran
si las cubre un diamante bien tallado.
La sociedad que adora su deshonra,
persigue con sáña al criminal,
más, si el puñal es de oro,
enmudece el juez...y besa el puñal.
Nada hermano es perfecto, nada afable,
todo está con lo impuro entremezclado,
el mismo corazón con ser tan noble,
cuántas veces se encuentra enmascarado.
Que existe la virtud...yo no lo niego
pero siempre en conjunto defectuoso,
hay rasgos de virtud en el malvado
y hay rasgos de maldad en el virtuoso.
Cuándo veo a mi paso tanta infamia
y que mancha mi planta tanto lodo,
ganas me dan de maldecir la vida,
ganas me dan de maldecirlo todo.
Porque ceñido a la verdad estoy,
me dieron a libar hiel y veneno,
hiel y veneno en recompensa doy.
Y si tengo la palabra tosca,
en estas lineas oscuras y sin nombres
doblando las rodillas en el polvo,
pido perdón a Dios, pero no al hombre.
Lee todo en: Verdades amargas - Poemas de Ramón Ortega http://www.poemas-del-alma.com/ramon-ortega-verdades-amargas.htm#ixzz2WQEma4Kx
Rubén Izaguirre Fiallos
Un café
Yo digo,
que esa agua
es oscura,
porque está triste.
Lee todo en: Un café - Poemas de Rubén Izaguirre Fiallos http://www.poemas-del-alma.com/ruben-izaguirre-fiallos-un-cafe.htm#ixzz2WQDh1DqS
José Antonio Domínguez
Toques
Si no sabía pintar: jamás su mano,
mojando en los colores la paleta,
supo trazar, con fantasía inquieta,
los contornos de cuadro soberano.
Si no tenía inspiración; si en vano
fuera pedirle la intuición secreta
que tiene en sus delirios el poeta:
porque él no era un artista: era artesano.
Pero una vez, en su existencia obscura,
flechó su corazón una hermosura: -
Tomó el pincel y delineó su hechizo;
Para cantarla hizo vibrar la lira;
y desde aquel instante, no es mentira,
¡prodigio del amor! ¡artista se hizo!
Lee todo en: Toques - Poemas de José Antonio Domínguez http://www.poemas-del-alma.com/jose-antonio-dominguez-toques.htm#ixzz2WQAkBh17
Roberto Sosa
Los pobres
Los pobres son muchos
y por eso
es imposible olvidarlos.
Seguramente
ven
en los amaneceres
múltiples edificios
donde ellos
quisieran habitar con sus hijos.
Pueden
llevar en hombros
el féretro de una estrella.
Pueden
destruir el aire como aves furiosas,
nublar el sol.
Pero desconociendo sus tesoros
entran y salen por espejos de sangre;
caminan y mueren despacio.
Por eso
es imposible olvidarlos.
Lee todo en: Los pobres - Poemas de Roberto Sosa http://www.poemas-del-alma.com/roberto-sosa-los-pobres.htm#ixzz2WQA3mrdu
Tuve la fortuna de conocer a Clementina Suárez, irreverente, bohemia, salida de los esquemas de mujer tradicional, como buena poetisa. Que sigas hilvanando poesía en el firmamento Clemen...
Clementina Suárez
El regalo
Quisiera regalarte un pedazo de mi falda,
hoy florecida como la primavera.
Un relámpago de color que detuviera tus ojos en mi talle
- brazo de mar de olas inasibles -
la ebriedad de mis pies frutales
con sus pasos sin tiempo.
La raíz de mi tobillo con su
eterno verdor,
el testimonio de una mirada que te dejara en el espejo
como arquetipo de lo eterno.
La voluble belleza de mi rostro, tan cerca de morir a cada instante
a fuerza de vivir apresurada.
La sombra de mi errante cuerpo
detenida en la propia esquina de tu casa.
El abejeante sueño de mis pupilas
cuando resbalan hasta tu frente.
La hermosura de mi cara
en una doncellez de celajes.
La ribera de mi aniñada voz con tu sombra de increíble tamaño,
y el ileso lenguaje que no maltrata la palabra.
Mi alborozo de niña que vive el desabrigo
para que tú la cubras con la armadura de tu pecho.
O con la mano aérea del que va de viaje
porque su sangre submarina jamás se detiene.
La fiebre de mis noches con duendes y fantasmas
y la virginal lluvia del río más oculto.
Que a nivel del aire, de la tierra y el fuego,
el vientre como abanico despliega.
La espalda donde bordas tus manos
hinchadas de oleaje, de nubes y de dicha.
La pasión con que desgarras
en el lecho del mismo torrente inabarcable
como si el mismo corazón se te hiciera líquido
y escapara de tu boca como un mar sediento.
El manojo de mis pies
despiertos andando sobre el césped.
Como si trémulos esperaran la inexpresada cita
donde sólo por el silencio quedaron las cadenas rotas.
Y en tus dedos apresado el apremio de la vida
que en libertad dejó tu sangre,
aunque con su cascada, con su racha,
los árboles del deshielo, algo de ti mismo destrozaran.
La cabellera que brota del aire
en líquidas miniaturas irrompibles
para que tus manos indemnes hagan nido
como en el sexo mismo de una rosa estremecida.
La entraña donde te sumerges como buscando estrellas enterradas
o el sabor a polvo que hará fértiles nuestros huesos.
La boca que te muerde
como si paladeara ríos de aromas;
o hincándote los dientes
matizara la vida con la muerte.
El tálamo en que mides mi cintura
en suave supervivencia intransitiva,
en viaje por la espuma difundido
o por la sangre encendida humanizado
el mundo en que vivo
estremecida de gestaciones inagotables.
El minuto que me unge de auroras
o de iridiscencias indescriptibles.
Como si a ritmo de tu efluvio soberano
salvaras el instante de miel inadvertida;
O dejaras en el mágico horizonte de luces apagadas
el tiempo desmedido y remedido.
En que apresados quedaran los sentidos
y al fin ya sin idioma, desnudos totalmente.
Como si ensayando el vuelo se quemaran las alas
o por tener cicatrices se extenuaran los brazos.
La piel que me viste, me contiene y resuma,
la que ata y desata mis ramajes.
La que te abre la blanca residencia de mi cuerpo
y te entrega su más íntimo secreto.
Mi vena, llaga viva, casi quemadura,
huella del fuego que me devora.
El nombre con que te llamo
para que seas el bienvenido.
El rostro que nace con la aurora
y se custodia de ángeles en la noche.
El pecho con que suspiro, el latido,
el tic-tac entrañable que ilumina tu llegada.
La sábana que te envuelve en tus horas de vigilia
y te deja cautivo en él, duerme, sueño del amor.
Árbol de mi esqueleto
hasta con sus mínimas bisagras.
El recinto sombrío
de mis fémures extendidos.
La morada de mi cráneo, desgarrado lamento,
pequeña molécula de carne jamás humillada.
El orgullo sostenido de mis huesos
al que hasta con las uñas me aferro.
Mi canto perenne y obstinado
que en morada de lucha y esperanza defiendo.
La intemporal casa
que mi polvo amoroso te va ofreciendo.
El nivel del quebranto
o la herida que conmigo pudo haber terminado.
El llanto que me ha lavado
y que este pequeño cuerpo ha trascendido.
Mi sombra tendida
a merced de tu recuerdo.
La aguja imantada
con su impensable polen y sus rojas brasas.
Mi gris existencia
con su primera mortaja
Mi muerte
con su pequeña eternidad.
Lee todo en: El regalo - Poemas de Clementina Suárez http://www.poemas-del-alma.com/clementina-suarez-el-regalo.htm#ixzz2WQ4tIVMW
Pablo Neruda. (Los Versos del Capitán)
Tú venías
No me has hecho sufrir
sino esperar.
Aquellas horas
enmarañadas, llenas
de serpientes,
cuando
se me caía el alma y me ahogaba,
tú venías andando,
tú venías desnuda y arañada,
tú llegabas sangrienta hasta mi lecho,
novia mía,
y entonces
toda la noche caminamos
durmiendo
y cuando despertamos
eras intacta y nueva,
como si el grave viento de los sueños
de nuevo hubiera dado
fuego a tu cabellera
y en trigo y plata hubiera sumergido
tu cuerpo hasta dejarlo deslumbrante.
Yo no sufrí, amor mío,
yo sólo te esperaba.
Tenías que cambiar de corazón
y de mirada
después de haber tocado la profunda
zona de mar que te entregó mi pecho.
Tenías que salir del agua
pura como una gota levantada
por una ola nocturna.
Novia mía, tuviste
que morir y nacer, yo te esperaba.
Yo no sufrí buscándote,
sabía que vendrías,
una nueva mujer con lo que adoro
de la que no adoraba,
con tus ojos, tus manos y tu boca
pero con otro corazón
que amaneció a mi lado
como si siempre hubiera estado allí
para seguir conmigo para siempre.
Leopoldo Lugones
OCEÁNIDA
El mar, lleno de urgencias masculinas,
bramaba en derredor de tu cintura,
y como un brazo colosal, la oscura
ribera te amparaba. En tus retinas,
y en tus cabellos, y en tu astral blancura
rieló con decadencias opalinas
esa luz de las tardes mortecinas
que en el agua pacífica perdura.
Palpitando a los ritmos de tu seno
hinchóse en una ola el mar sereno;
para hundirte en sus vértigos felinos
su voz te dijo una caricia vaga,
y al penetrar entre tus muslos finos
la onda se aguzó como una daga.
Lee todo en: OCEÁNIDA - Poemas de Leopoldo Lugones http://www.poemas-del-alma.com/leopoldo-lugones-oceanida.htm#ixzz2W9XlIy6G
Desiderata
Max Ehrmann
"Camina plácido entre el ruido y la prisa, y piensa en la paz que se puede encontrar en el silencio. En cuanto sea posible y sin rendirte, mantén buenas relaciones con todas las personas. Enuncia tu verdad de una manera serena y clara, y escucha a los demás, incluso al torpe e ignorante, también ellos tienen su propia historia. Evita a las personas ruidosas y agresivas, ya que son un fastidio para el espíritu. Si te comparas con los demás, te volverás vano y amargado pues siempre habrá personas más grandes y más pequeñas que tú. Disfruta de tus éxitos, lo mismo que de tus planes. Mantén el interés en tu propia carrera, por humilde que sea, ella es un verdadero tesoro en el fortuito cambiar de los tiempos. Sé cauto en tus negocios, pues el mundo está lleno de engaños. Mas no dejes que esto te vuelva ciego para la virtud que existe, hay muchas personas que se esfuerzan por alcanzar nobles ideales, la vida está llena de heroísmo. Sé sincero contigo mismo, en especial no finjas el afecto, y no seas cínico en el amor, pues en medio de todas las arideces y desengaños, es perenne como la hierba. Acata dócilmente el consejo de los años, abandonando con donaire las cosas de la juventud. Cultiva la firmeza del espíritu para que te proteja de las adversidades repentinas, muchos temores nacen de la fatiga y la soledad. Sobre una sana disciplina, sé benigno contigo mismo. Tú eres una criatura del universo, no menos que los árboles y las estrellas, tienes derecho a existir, y sea que te resulte claro o no, indudablemente el universo marcha como debiera. Por eso debes estar en paz con Dios, cualquiera que sea tu idea de Él, y sean cualesquiera tus trabajos y aspiraciones, conserva la paz con tu alma en la bulliciosa confusión de la vida. Aún con todas sus farsas, penalidades y sueños fallidos, el mundo es todavía hermoso. Sé cauto, esfuérzate por ser feliz".
José Angel Buesa
BALADA DEL LOCO AMOR
I
No, nada llega tarde, porque todas las cosas
tienen su tiempo justo, como el trigo y las rosas;
sólo que, a diferencia de la espiga y la flor,
cualquier tiempo es el tiempo de que llegue el amor.
No, amor no llegas tarde. Tu corazón y el mío
saben secretamente que no hay amor tardío.
Amor, a cualquier hora, cuando toca a una puerta,
la toca desde adentro, porque ya estaba abierta.
Y hay un amor valiente y hay un amor cobarde,
pero, de cualquier modo, ninguno llega tarde.
II
Amor, el niño loco de la loca sonrisa,
viene con pasos lentos igual que viene aprisa;
pero nadie está a salvo, nadie, si el niño loco
lanza al azar su flecha, por divertirse un poco.
Así ocurre que un niño travieso se divierte,
y un hombre, un hombre triste, queda herido de muerte.
Y más, cuando la flecha se le encona en la herida,
porque lleva el veneno de una ilusión prohibida.
Y el hombre arde en su llama de pasión, y arde, y arde,
y ni siquiera entonces el amor llega tarde.
III
No, yo no diré nunca qué noche de verano
me estremeció la fiebre de tu mano en mi mano.
No diré que esa noche que sólo a ti te digo
se me encendió en la sangre lo que soñé contigo.
No, no diré esas cosas, y, todavía menos,
la delicia culpable de contemplar tus senos.
Y no diré tampoco lo que vi en tu mirada,
que era como la llave de una puerta cerrada.
Nada más. No era el tiempo de la espiga y la flor,
y ni siquiera entonces llegó tarde el amor.
El ruego
Alfonsina Storni
Señor, Señor, hace ya tiempo, un día
soñé un amor como jamás pudiera
soñarlo nadie, algún amor que fuera
la vida toda, toda la poesía.
Y pasaba el invierno y no venía,
y pasaba también la primavera,
y el verano de nuevo persistía,
y el otoño me hallaba con mi espera.
Señor, Señor; mi espalda está desnuda,
¡haz estallar allí, con mano ruda
el látigo que sangra a los perversos!
Que está la tarde ya sobre mi vida,
y esta pasión ardiente y desmedida
la he perdido, ¡Señor, haciendo versos!
Tus ojos, tus labios...
Son tus ojos los destellos que ofrecen
ilusiones de amor cuando me miran,
aliento en tus labios cuando suspiran,
embelesos que al ánimo enriquecen.
Es tu piel el encanto en que florecen
los sentimientos de pasión que aspiran,
la llamada a los anhelos que inspiran
los versos que en tu esencia me estremecen.
Es tu cuerpo el que deseo a mi lado
por mitigar del ánimo inclemencia
al sentir nuestro templo ilusionado,
placer apetecido en tu presencia;
ante tanta pasión quedo frustrado
por la virtual confusión de tu ausencia.
Poemas de Camilo
Bellísimo su poema! no se lo he agradecido con toda propiedad. Un abrazo enorme.
Ricardo Palma
No son los muertos los que en dulce calma
la paz disfrutan de la tumba fría;
muertos son los que tienen muerta el alma
y viven todavía.
No son los muertos, no, los que reciben
rayos de luz en sus despojos yertos;
los que mueren con honra son los vivos,
los que viven sin honra son los muertos.
La vida no es la que vivimos,
la vida es el honor, es el recuerdo,
por eso hay muertos que en el mundo viven
y hombres que viven en el mundo, muertos.
Escribí mucho últimamente, aunque no subí nada. A ver si te pasas a leerme cuando lo suba y lleno tu semblante de mediodías. 😉
Gracias por lo invitación, seguro te leeré! jajaja!!... cómo es un semblante de mediodías?... con el ceño fruncido con el sol dándote de frente?, ya me picó el gusanillo de la curiosidad!
Ya sabrás lo que es... XD
¿Qué es la vida?, ¿un frenesí?
¿Qué es la vida? Una ficción,
una sombra, una ilusión...
Y el mayor bien es pequeño:
que toda la vida es sueño,
y, los sueños, sueños son.
Calderón De La Barca. 🙂
Gracias, gracias, gracias... una agradable sorpresa en mi muro hoy!
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