Debajo de mi cuerpo seguía el tuyo,
y tu boca debajo de mi boca.
Antonio Gala
Lamo la raíz de tu espalda
entretejo el fruto de tu carne
a mis glándulas gustativas.
Ahí respiro catedrales
las convierto en orgásmicas visiones.
Muerdo la alfombra de tus pasos
la transformo en libélulas
que me trago mientras me sueñas hacerlo.
Nos enfrentamos rompemos nuestra piel con espejos de saliva
desdibujamos paredes
ventanas que se levantan en los ojos.
Asimilo el ritmo de tu cardinal hermosura.
Se condensa el eclipse del sudor. Asimilas la locura de cada párpado.
Derribas los castillos de la sonrisa
los transformas en pequeños insectos
que carcomen nuestras ansias
y nos hacen parte de la galaxia del cuarto.
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estabas pensando en mi en este poema!
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