Carlos Rivas Larrauri nació en El Distrito Federal de México en 1900 y falleció en el mismo país en 1944. Desde niño demostró una gran afición por la poesía y su madre lo incentivó a que se expresara en versos; cuando creció, se volcó completamente por las letras. Se dedicó a cultivar la denominada poesía vernácula, la cual consiste en una lírica que roza el lenguaje cotidiano; su obra es una de la más apreciadas por los amantes de este estilo lírico.
Sus poemas, siendo "El arrabal" su más famoso exponente, se encuentran enunciados de una forma particular; utilizan modismos de una época remota y muestran un especial interés en no mezclarse con la poesía elocuente. A través de estos versos, Larrauri expresa un mundo infernal, de penalidades y amores quebrantados, donde el único modo de encontrar consuelo es a través de la bebida o las letras.
Recibió el apoyo de importantes poetas como el chileno Nicanor Parra, para quien la poesía vernácula debe oponerse rotundamente a la de "los hombres de gafas"; esta idea, sin embargo, resulta absolutamente cuestionable, ya que el arte debería ser una forma espontánea de expresarse, que nos acercara al resto de los seres vivos.