Florencia, siglo XVI
Asciendo al centro de la cúpula
con el fruto maravilloso
entre mis dientes.
Tu cabello rubio y rizado
es mi punto de partida
en este saut du petit cheval,
salto musical que esquiva
a la raza de los envidiosos.
Nuestra risa es un juguete
vagabundo y hablador.
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