La infancia
un jardín enloquecido.
Mirra e incienso
tu casa
carmín y fuego
tu reino.
Telares del alba
muerden tu deseo,
la rosa negra
te eleva
entre las brumas
y enciende
las luces del alba.
Oh fronteras irredentas
hacia las playas corres
para bordar las olas
que surcarán los mares.
Un cometa surca el aire
y como Faetón incendia
los papeles viejos
las murallas de nunca
las tumbas del ensueño.
Oh rosa tatuada de la infancia
esplendor súbito del horizonte.
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