Quién pudiera aprender los largos versos
que saben las oscuras golondrinas;
ellas retornan al oír el canto
de lo que fue un lejano Ave María.
Quién dijera de pronto al recordarme:
delante de una lámpara encendida
dejaba en cada línea de papel
los versos que las páginas perdían.
Solía al ver crecidas su melena,
su lágrima y su uña andar sombría.
Y le han crecido por andarse triste
en vez de cualquier cosa, margaritas.
Y que se diga un dulce cuento al niño:
bajó la muerte a ella cierto día
en que la lluvia se volvió una gota
sobre la rosa que perdió la vida.
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este poema me llega de una forma que ni se imaginan.. hace un año perdi a un primito por una tragedia.. la muerte se lo llevo sin preguntarle a nadie si estaba de acuerdo.. el subió al cielo como lo hace un angel pero deja un vacio enorme en el camino al cielo.. sentimientos encerradoe en este poema son los que inspiran amar la vida.
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