a Giovanna Pertile, hada que lleva mi sangre.
Yo fui a nacer y el mundo enloqueció:
atardecer de mares y naufragios.
Las aves antes de alcanzar altura
caían en un bosque embalsamado.
Un elefante triste en rojo circo
brillaba en tantos ojos agrandados
del público contento. ¡Cuánto éxito!
Con sólo tropezarse los enanos
reír hacían a la humanidad.
El tigre, con rugir ¡causaba espanto!
Y fui poetisa y acabé creyendo
locura la razón de los humanos.
Tejí una manta de alegría y luto.
A quien me amó pedí llevarme al circo
y ahí dejarme lejos de este mundo
pues sólo en los payasos vi juicio.
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