No se lo muestres nunca a nadie,
ni se lo digas
a tu mejor amigo
haciéndole jurar con muchas copas
que nunca contará.
Escucha:
ya maduró la luz
en la primera fruta del parral
y quiero que te asombres.
Ni siquiera
te nombro,
y sin embargo,
sus versos que poseen el color de mis venas
te cuentan
a través de los vientos y del agua
que a ti me lleva el blanco
de la virginidad
que te debí en las noches consteladas,
el verde de las hojas de tu pueblo
donde fueron a misa los vestidos,
y el rosado prudente
de la amante que finge
ser la esposa en la fiesta.
Volver a Delfina Acosta
leelo y no lo olvides mi caminante
bueno me parece muy buenos poemas ya que los chicos necesitan aprender muchas cosas sobre poesias yo tengo 16 años y me encanta......
m parecen unos exelentes poemas para este tiempo
Q cheberes, pero un poco de renovacion no hace ningun mal...
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