¡Qué tienes tú que ver
con las aves en cruz de los brazos abiertos!
Águilas del amor que navegan espacios.
Los brazos poderosos como pájaros míticos,
que vuelan penitentes
(el vigor constructivo inquebrantable).
Fuertes, auxiliadores.
Ved su cortante vuelo peregrino
por atmósferas rojas.
Hendiendo tempestades, rescatando
a niños paranoicos,
que se creyeron ángeles, subieron
(alas de remolino de una ilusión endeble coloreada)
a un cielo de oquedad, gimen vacío.
Y ya iban a caer
a un limbo de sarcasmo.
Sus caras tan redondas
de mejillas infladas,
como gráficos vientos de barrocas
cartografías azules.
¡Oh locos querubines de alas de papel rosa!
Los brazos voladores
¡Con qué amor os detienen la caída!
Con qué amor os contienen: ya dormidos.
Qué digno es vuestro sueño, la ternura
de una gota de azar en vuestros párpados.
¿Volveréis a nacer?
¿Sonreís al infinito en vuestro sueño?
Los brazos surcadores, cósmicos, del amor
por los espacios.
Volver a Elena Andrés
de mujer toda ternura
dulzura en el lenguaje
esencia amorosa
en su poesía .
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