Cualquier día,
nunca
las manos enlazadas
con el frío.
Cualquier día.
No en la montaña.
Cerca del mar,
¡nunca!
asfixia lenta.
No en la noche.
Ciega el balanceo de las cosas
y los colores.
(Cuando un beso
queme la garganta
y dos manos buenas
cierren la caricia.)
(Cuando un deseo
salvaje de gratitud
para los hombres
enmudezca mi lengua.)
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