Llamaron a mi puerta, y por temor a las sombras
y a los lobos hambrientos no respondí. Fue el hu-
racán, el amor o la muerte? ¡Quién sabe! ¡Tal vez!
Más tarde tuve encendida mi lumbre y servido mi
vino. Nadie llamó. Los buhos silbaban en mis ven-
tanas.
Y ahora que las sombras me rondan, en vano digo:
regresa, peregrino; caliéntate a mi lumbre y be-
be de mi vino. Nadie responde...
Fuera, en el sendero, un grillo deshila una can-
ción sedienta...rueda una hoja seca.
Dentro, se apaga la lumbre y se derrama el vino.
1930
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ESTE POEMA ESTA BONITO TAMBIEN VA PARA MI NOVIO ALEJANDRO KE LO KIERO MUXO!!!I LOVE YOU BABY
hola felicito a todos los autores de todo corazon por sus poemas
este poema va dedicado de todo corazon para la amiga que tanto quiero con todo el alma ENID para ti desde lods mas profundo de mi corazon
Lástima no tener mas datos de la autora.
Guillermo
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