En una frágil barquilla,
Vacilante mi esperanza,
No ve propicia mudanza,
Ni mira remota orilla,
Roto el mástil y la quilla
Sin remo y vela
Triste recela,
Que a cada paso
Halla un abismo;
Y a un tiempo mismo
Teme y sospecha, y sin consuelo va
Pues un desastre cruel presiente ya.
Desamparada y sin remo
Entre peligros se lanza,
Donde la vista no alcanza
Playa amiga, amigo extremo.
Vagando sin rumbo, temo
Que airado el cielo
Mi pena y duelo
Haga mayor,
Sin que mi amor
Vea propicio;
Y el sacrificio
Que a mi amada yo hiciera sin tardanza
¡Desaparezca también con mi esperanza!
Volver a Enrique Hoyos
Felicitaciones.
Viva debe mantenerse la esperanza,
siempre que el amor reclame,
el fuego de la pasión y
no caer en deseperanza
http://www.poemas-del-alma.com/blog/mostrar-poema-422458
Despedidas dolorosas,
grandes cosas inspiran,
como espinas de rosas,
hieren, lastiman...
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