Un día
le regalan a uno
una palabra
y uno la pone al sol,
la alimenta,
la cría,
la enseña a ser bastón,
peldaño,
droga anticonceptiva,
garra,
analgésico,
brecha para el escape
o parapeto.
Uno le saca música,
la pinta,
la vuelve más pariente
que un hermano,
más que la axila de uno.
Uno la vuelve gente
y en los instantes débiles
hasta le cuenta
las cosas subterráneas de uno;
pero cría palabras
y un día te sacarán los ojos.
Volver a Euler Granda
Definitivamente el Señor Euler no es Granda es Grande y en cada uno de sus poemas lo demuestra. Esto si es poesía. Me he deleitado con ella y he recordado a otros que nombré en comentario anterior.
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