Ódiame por piedad, yo te lo pido...
¡Ódiame sin medida ni clemencia!
Más vale el odio que la indiferencia.
El rencor hiere menos que el olvido.
Yo quedaré, si me odias, convencido,
de que otra vez fue mía tu existencia.
Más vale el odio a la indiferencia.
¡Nadie aborrece sin haber querido!
Volver a Federico Barreto
Este poema es directo y cruel, pero es pura verdad. No se puede conocer el odio sin saber que se siente al amar.
La letra de este poema es usada como vals criollo en Perú.
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