La mar en medio y tierras he dejado
de cuanto bien, cuitado, yo tenía;
y yéndome alejando cada día,
gentes, costumbres, lenguas he pasado.
Ya de volver estoy desconfiado;
pienso remedios en mi fantasía;
y el que más cierto espero es aquel día
que acabará la vida y el cuidado.
De cualquier mal pudiera socorrerme
con veros yo, señora, o esperallo,
si esperallo pudiera sin perdello;
mas no de veros ya para valerme,
si no es morir, ningún remedio hallo,
y si éste lo es, tampoco podré habello.
Volver a Garcilaso de la Vega
pues no mucho hay que decir de un gran mensajero del alma.
la primera vez que vi un poema de garcilazo de la vega, no pude menos que emocionarme con tan bello orden de palabras puestas sobre un papel y dispuestas a un mundo de lectores que haran goce tal como yo hice, de estos bellos versos.
se me ha hecho mas largo de lo esperado pero no menos aporte.
espero sean mis palabras bien recibidas en un mundo de almas perdidas entre la muerte y la vida.
Hermoso tu comentario, Camila. Créo que en éste medio casi todos tenemos el alma a flor de piel, por eso nos reunimos aquí esperando ansiosos el poéma nuestro de cada día. [email protected]
muy bonito en verdad
creo que las dos anteriores vichas estan locas piensan antes de escribir par de estupidas
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