Un rato se levanta mi esperanza:
mas, cansada de haberse levantado,
torna a caer, que deja, mal mi grado,
libre el lugar a la desconfianza.
¿Quién sufrirá tan áspera mudanza
del bien al mal? ¡Oh corazón cansado!
Esfuerza en la miseria de tu estado;
que tras fortuna suele haber bonanza.
Yo mesmo emprenderé a fuerza de brazos
romper un monte, que otro no rompiera,
de mil inconvenientes muy espeso.
Muerte, prisión no pueden, ni embarazos,
quitarme de ir a veros, como quiera,
desnudo espirtu o hombre en carne y hueso.
Volver a Garcilaso de la Vega
me fasino este poema fue una maravilla me gustaria averte conocido en persona y que me enseñara tus creaciones que son tus bellos poemas
me parecio un poema muy monse,pero ay otros que son mas bonitos!!!
Sino en carne, en espíritu, el fin es llegar donde su amada. Razón de sus dichas y desdichas.
es poder encontrar una respuesta al amor que responde el cansacio de recibir esperanzas y el amor esta ausente
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