Huelo a muerte en estos días, huelo a olvido,
a poema inacabado, a tristeza, a pecado.
Huelo a estorbo de recuerdos, a Navidad de niños huérfanos.
A polvo puesto, a caras parcas, a espermios muertos.
Huelo a negro de conciencias, huelo a entierro,
a ciudad contaminada, a estribillo sin solfeos.
Huelo a guerra en Medio Oriente, a delirio en Occidente,
a luna talada, a deseo insatisfecho, a ensoñación castrada.
Huelo a lejanía del mar, huelo a censura,
a amores descompuestos, a la lujuria del cura.
Huelo mal, como a fracaso, como a podrido,
como a derrumbe y nostalgia, como a hambre de esperanza.
Huelo y pervivo, huelo y presiento, huelo y escribo;
Huelo y sé que algo ha de morir por tal olor...
Algo con mis formas, mi teléfono, nombre y dirección
Algo que se parece a mí pero que no soy yo.
Hoy. Huelo a hoy...
Huelo a cuando ya es tarde para todo
Volver a Gonzalo Osses Vilches
Me gusta tu poema,
muy actual y cierto.
El mal olor mundial,
lo producen muchos, pero no todos,
El remedio llegará
pero no por poder humano,
Todo apunta a un final,
que no queremos ver...
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