Somos materia de extrañeza
quién nos lo iba a decir nosotros
que hemos sufrido tanto
Pero nuestra memoria no arde
y ya no sabemos morir
Memoria de la vida,
memoria de los días y la vida,
cuchillo que abre el mundo
esparciendo unas vísceras que no consigo descifrar.
Memoria de las tardes y la luz,
alumbras la mirada
eres el vigía implacable,
la brújula severa, el testigo carcelario
que anuda el tiempo en su mazmorra.
Qué buscas, memoria, qué andas buscando.
Me sigues como un perro hambriento
y tiendes a mis pies tu mirada lastimera;
husmeas, perniciosa, en el camino
el rastro de los días que fueron,
que ya no son y que jamás serán.
Te arropan los andrajos de la dicha
y la desolación te ha vuelto precavida;
memoria de la vida, memoria de los días y la vida.
Volver a Guadalupe Grande
el mar no nos basta
Somos un signo de interrogación
que ha perdido su pregunta.
ASì por el estilo. GRACIAS PORMAS DEL ALMA, y muchas felicitaciones para Guadalupe Grande.
Rafael.-
saludos
Nuestra memoria de arder,
para detener ,
lo que hace ser más pobre,
al pueblo que no protesta...
Si no levantamos la voz,
la miseria seguirá en aumento
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