Gustavo Ossorio fue un poeta chileno nacido en la ciudad de Santiago en 1911; lamentablemente, no tuvo la oportunidad de florecer y alcanzar la madurez como escritor, dado que falleció antes de haber alcanzado los 40 años. Resulta difícil asimilar que personas que vienen al mundo con una sed insaciable de comunicar, de convertir en arte sus sentimientos, vivencias e ideas pierdan la vida prematuramente.
Llegó a publicar dos libros, cuyos títulos son "Presencia y Memoria" y "El sentido Sombrío". El primero contó con un recordado prólogo de Rosamel del Valle, en el que se hace alusión a la introspección y humildad del escritor a la hora de buscar su fuente de inspiración. Su muerte dejó inédita su tercera obra, llamada "Contacto Terrestre".
Jorge Elliott, un profesor de Literatura Inglesa coterráneo de Ossorio, ha destacado su cercanía con los sentimientos como una de las razones de la autenticidad e intensidad de sus versos, que exploran las emociones de manera legítima y natural. Es admirable que su obra haya trascendido el tiempo y la fatalidad; para conocerla y disfrutar de los mensajes que este poeta dejó para la posteridad, contamos con "Celebración oculta", "La jornada perdida", "La puerta infranqueable" y "Tengo a los dioses cerca de mí", entre otros de sus poemas.