He nacido sobre las astillas
de este tiempo nuestro
recogido en las mamparas
del llano oleaje
y aún me pregunto
¿cuánto hace que he muerto
y que mi hora ha llegado sin sentir
los pasos que se han vuelto sordos?
No conté ni un gusano de descanso
cuando ya estaba
de polizonte en la remota vida
y ahora ya sólo queda la nostalgia pasajera
de no ser nada
y entre esos que así son
haber retornado con los ojos desvelados
a contemplar los picotazos
del cuervo en la pared
ahí donde se recostaron los pies
y marcaron la huella
de los que parten luego de derrumbarse
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