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Pablo Mora
Asombro al descubierto
Je est un autre.
Rimbaud
Je suis l´autre.
Nerval
FUEGO QUE PASAS Fuego amigo Fuego
En el bosque que sólo tú conoces
llama que corre salta y se desliza
Testigo de la noche primigenia
sé vuelo de latidos y esperanzas
el encaje del mar juvenecido
la lujuria del alba descubierta
la pena capital de la belleza
La centuria crispada de milagros
el puma americano a la intemperie
el grito salpicando en la garganta
nunca jamás la lumbre acuartelada
Oh Padre Padre Nuestro Sideral
A los pies de la muerte y la derrota
funda la sinrazón mientras fulgures
mantén en alto la locura en cierne
desnudo solitario insomne en vela
velando a pensamientos desatados
TAYTALLAY TAYTA ríe a carcajadas
Gran Almirante Padre Cenital
Échate bien al hombro tu carcaj
Oh Padre Padre Nuestro Sé puntual
Pide tu asombro en busca de un instante
Pide tu voz en alta llamarada
Pide tus sienes en pasión de espera
Pide tu aliento en tempestad de gloria
Pide a los hombres su inmortal batalla
el milagro que falta para el rayo
en guerra de la muerte Pide todo
el corazón del mar para la paz
Pide tu luz en aras de la tarde
para implorar la vocación al viento
para entonarle el aldabón al sueño
Pide en verdad las manos de la aurora
para anunciar la paz a los humanos
más airados que nunca por la guerra
SAL LUCERO DEL ALBA sal y mira
Fulge tranquilo en cada bosque en celo
Fabrícale sonrisas a la lágrima
Al azul una escuela vespertina
Lanza al viento un tropel de papagayos
Alza en tus manos la fugaz dulzura
Enciende tú la paz sobre la celda
La gota roja en la espesura apaga
En luceros transforma la centella
Escucha de cuclillas a la rosa
Sacúdele la pena a la atarraya
Confiésale a la piedra tus secretos
Celebra el cumpleaños a los árboles
Alarga el día al callejón sombrío
Enarbola tu canto en cada aldea
Al herbaje desteje sus clinejas
Al agua los rastrojos y botellas
no te olvides de darles de beber
LA SEMILLA DEL HOMBRE germinando
La oscuridad del hambre en emboscada
Los suspiros indígenas gargantas
pececillos aullando en la creciente
crujientes vendavales milenarios
los pliegues de los siglos cabizbajos
Por obra y gracia del insomnio el hombre
el hombre rayo que arde en la tormenta
alarido crispado en huracán
por fin él ocupándose del hombre
el hombre simplemente el hombre a solas
en paz consigo con su pena al hombro
Al descubierto hermano universal
guarango chontaduro cañahuate
chaguaramo apamate guayacán
samán araguaney o flamboyán
universal ceniza en singladura
en pulpa en hueso en lluvia en soledad
Los pájaros los árboles el hombre
el hombre a punta de hombre y tempestad
semilla germinal a la intemperie
andando andando andando andando andando
SER TRIGO pan espiga sueño niño
Hundirse hurgarse ser sentirse serse
Asombrarse del silencio de la rama
y más del silencio de la hoja
que apenas si nos oye
Creernos indispensables todavía
para el terrazgo que nos queda
Maravillarnos del discurso del agua
Acabar con la guerra que nos cruza
la noche que nos cruza
el hambre que nos cruza
Asomarnos al canto de los árboles
Escuchar el aplauso de los pájaros
cuando revienta en diapasón el día
a pesar del estruendo de las hambres
o al fondo más lejano de los vasos
Cósmico Movimiento Imagen Móvil
Orden de Sucesiones Devenir
Trashumancia Invención Solemnidad
Cuerpo de luz asombro al descubierto
Dinos del viento y su camino largo
Dinos del Sol y su trajín sagrado
Dinos del hombre y su tristumbre amarga
Dinos del niño y su cocuyo insomne
De la noche gastada diluvial
De la antigua memoria de las aguas
Dinos del mar y de las islas claras
Claridad hechizada sorprendida
Fuego que pasas soledad en fuego
El Lucero del Alba nos alumbra
A los pies del asombro y la derrota
Desnudo solitario insomne en vela
Velando a pensamientos desatados
Un cielo abierto un solitario insomne
Una raza que canta en la tormenta
Hay peces que navegan en el aire
En las extrañas islas de la noche
A la orilla más pura de la calma
FUEGO QUE PASAS Fuego amigo Fuego
En el bosque que sólo tú conoces
llama que corre salta y se desliza
Testigo de la noche primigenia
sé vuelo de latidos y esperanzas
el encaje del mar juvenecido
la lujuria del alba descubierta
la pena capital de la belleza
La centuria crispada de milagros
el puma americano a la intemperie
el grito salpicando en la garganta
nunca jamás la lumbre acuartelada
Oh Padre Padre Nuestro Sideral
A los pies de la muerte y la derrota
funda la sinrazón mientras fulgures
mantén en alto la locura en cierne
desnudo solitario insomne en vela
velando a pensamientos desatados
TAYTALLAY TAYTA ríe a carcajadas
Gran Almirante Padre Cenital
Échate bien al hombro tu carcaj
Oh Padre Padre Nuestro Sé puntual
Pide tu asombro en busca de un instante
Pide tu voz en alta llamarada
Pide tus sienes en pasión de espera
Pide tu aliento en tempestad de gloria
Pide a los hombres su inmortal batalla
el milagro que falta para el rayo
en guerra de la muerte Pide todo
el corazón del mar para la paz
Pide tu luz en aras de la tarde
para implorar la vocación al viento
para entonarle el aldabón al sueño
Pide en verdad las manos de la aurora
para anunciar la paz a los humanos
más airados que nunca por la guerra
SAL LUCERO DEL ALBA sal y mira
Fulge tranquilo en cada bosque en celo
Fabrícale sonrisas a la lágrima
Al azul una escuela vespertina
Lanza al viento un tropel de papagayos
Alza en tus manos la fugaz dulzura
Enciende tú la paz sobre la celda
La gota roja en la espesura apaga
En luceros transforma la centella
Escucha de cuclillas a la rosa
Sacúdele la pena a la atarraya
Confiésale a la piedra tus secretos
Celebra el cumpleaños a los árboles
Alarga el día al callejón sombrío
Enarbola tu canto en cada aldea
Al herbaje desteje sus clinejas
Al agua los rastrojos y botellas
no te olvides de darles de beber
LA SEMILLA DEL HOMBRE germinando
La oscuridad del hambre en emboscada
Los suspiros indígenas gargantas
pececillos aullando en la creciente
crujientes vendavales milenarios
los pliegues de los siglos cabizbajos
Por obra y gracia del insomnio el hombre
el hombre rayo que arde en la tormenta
alarido crispado en huracán
por fin él ocupándose del hombre
el hombre simplemente el hombre a solas
en paz consigo con su pena al hombro
Al descubierto hermano universal
guarango chontaduro cañahuate
chaguaramo apamate guayacán
samán araguaney o flamboyán
universal ceniza en singladura
en pulpa en hueso en lluvia en soledad
Los pájaros los árboles el hombre
el hombre a punta de hombre y tempestad
semilla germinal a la intemperie
andando andando andando andando andando
SER TRIGO pan espiga sueño niño
Hundirse hurgarse ser sentirse serse
Asombrarse del silencio de la rama
y más del silencio de la hoja
que apenas si nos oye
Creernos indispensables todavía
para el terrazgo que nos queda
Maravillarnos del discurso del agua
Acabar con la guerra que nos cruza
la noche que nos cruza
el hambre que nos cruza
Asomarnos al canto de los árboles
Escuchar el aplauso de los pájaros
cuando revienta en diapasón el día
a pesar del estruendo de las hambres