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Sor Jer�nima de la Asunci�n
Soliloquio
Vuestra soy, para vos nací;
¿qué mandáis hacer de mí?
Inaccesible grandeza,
eterna Sabiduría
y bondad del alma mía,
Dios, un ser, poder y alteza,
mirad la suma pobreza
de ésta que se ofrece aquí.
¿Qué mandáis hacer de mí?
Veis aquí mi corazón,
yo le pongo en vuestra palma,
mi cuerpo, mi vida y mi alma,
mis entrañas, mi afición;
luz, esposo y Redención,
pues por vuestra me ofrecí,
¿qué mandáis hacer de mí?
Dadme muerte o dadme vida,
salud o enfermedad
honra o deshonra me dad,
dadme guerra o paz cumplida,
que, medrosa o atrevida,
a todo diré que sí.
¿Qué mandáis hacer de mí?
Dadme riqueza o pobreza,
dadme gusto o desconsuelo,
dadme alegría o tristeza,
dadme infierno o dadme cielo;
vida dulce, sol sin velo,
pues del todo me vendí.
¿Qué mandáis hacer de mí?
Si queréis que me esté holgado
por amor, quiérome holgar;
si me mandáis trabajar,
morir quiero trabajando;
decí dónde, cómo y cuando,
decí dulce amor, decí,
¿qué mandáis hacer de mí?
Si queréis, dadme oración;
si no, dadme sequedad;
si abundancia o devoción,
o si no esterilidad.
Soberana Majestad,
solo hallo paz aquí.
¿Qué mandáis hacer de mí?
Dadme, pues, sabiduría,
o por amor ignorancia,
dadme años de abundancia
o de hambre y carestía,
tinieblas o claro día,
revolvedme aquí o allí;
¿que mandáis hacer de mí?
Dadme Calvario o Tabor,
desierto o tierra lodosa
ea Job en el dolor
o Juan que al pecho reposa,
sea viña fructuosa
o estéril, si cumple así;
¿qué mandáis hacer de mí?
sea Joseph en cadenas
o de Egipto Adelantdo;
sea David sufriendo penas
o el mesmo ya coronado;
sea Jonás anegado
o libertado de allí;
¿qué mandáis hacer de mí?
Esté callando o hablando,
haga fruto o no le haga,
la ley me esté preguntando,
la gracia sane mi llaga;
crezca o se mengüe mi paga,
sólo vos vivid en mí.
¿Qué mandáis hacer de mí?
Vuestra soy, para vos nací;
¿qué mandáis hacer de mí?