www.Poemas-del-Alma.com
Luciano Casta��n
Fiesta
Virgen de la Soledad,
fiestas en el barrio alto.
Vociferante y taimada
engatusa la música mecánica;
y el oropel:
rizados papeles de colores
de la bodega al balcón,
del corredor al dintel.
La pobreza se esconde avergonzada.
Las sumidas arrugas de la anciana
-sin ducha ni agua caliente-
vibran atónitas su risa
por la felicidad
que gratuitamente le suponen
los forasteros en danza.
La vieja: Un esposo
o un hijo en la taberna
y mañana al mar,
al albur del mar.
Evidente y muy dura
la recatada miseria
-cohibida-
tras el visillo vela.
La vieja.
¿Caliente? Nada de agua.
Oscila la marea humana.
Ya se sabe:
día de mucho, víspera de nada.