www.Poemas-del-Alma.com
Los Infantes de Lara
Doña Sancha acude a Vilvestre, donde ve cumplido su deseo
Doña Sancha entró en Vilvestre,
todos a recebirla salen,
coberturas villutadas, bofordando van
Mudarra a doña Sancha las manos le fue besare
diziendo a altas bozes:'¡Justicia el cielo
faze!
Señor, d′este traidor tú me quieras vengar'.
Entonce dixo don Mudarra a doña Sancha su madre:
"Vedes aquí el traidor, agora lo mandat
justiciar '.
El traidor cerró los ojos e la non quiso mirar;
catávalo doña Sancha en el suelo donde yaz,
echado en unas colchas vio correr d′él
mucha sangre:
'¡Grado e gracias a ti, Señor rey celestial,
que veo el sueño que soñé que bevía de la
su sangre!'
E fincó los inojos para beber, d′él a par;
mas desque así la vio esse Mudarra González,
rebatóla en los brazos, ayúdola a levantar:
' Non lo fagades, señora, non quiera Dios
que tal pase,
que sangre omne traidor entre en cuerpo atan
leal;
afelo en vuestras manos, mandatlo justiciar'.
Los unos dezían: "Señora, cada día un mienbro
le tajad'
los otros dezían: "Por Dios, vámoslo a
quemar'
los otros le dezían: "Señora, vámoslo a
apedrear'.
Allí fabló doña Sancha, oiredes qué dirá:
"A todos lo agradezco que vos sentides de
mi mal,
mas quiero esta justicia fazer a toda mi voluntad;
plaziendo a Dios e a don Mudarra yo quiero ser
d′esto alcalde:
en Burgos fueron las bodas, al tablado alanzare,
sobr′esto se levantó esta traición atan grande
por cativar mi marido, mis fijos descabezare;
alcado agora en dos vigas, pies e manos le atade,
de los que finaron en la batalla vénguese agora
su linaje:
escuderos e cavalleros, e los que pudieron
alcanzare,
con lanzas e con bofordos todos vengan alanzar,
que las cames del traidor hayan a despedazar,
e desque cayere en tierra apedreallo han'.
Como doña Sancha mandó, así a fazerlo van.
Veriedes las carnes del traidor todas a tierra
caen,
ca la compaña era mucha, aína lo van despedazar;
ayuntaron los pedazos, piedras sobre él van
lanzar
cubierto fue d′ellas, diez carradas sobre
él yazen.
Agora quantos por y pasan de Paternoster en lugar,
con sendas piedras al luziello van dare,
e dizen: "Mal sieglo aya su alma. Amén '.
Por esta guisa es maldito aquel que traición faze;
non fallaredes en España qui su pariente se llame.