Es hora de prolongar el ritmo donde reposa el silencio
crear vértigos
tal vez el horror
afilar la ironía
morirme de risa de mí misma
acariciar los bordes del mutismo a pura palabra.
Al sol oculta su luz cada amanecer
En el tiempo mi espacio se agranda o disminuye
Y mi amor enloquece
Las palmeras se agitan altas tras su fondo verde
las hormigas en fila disponen bajitas
faenas largas en corta vida
mas ni alta ni larga es mi espera.
Al labrar la tierra perfilan un sabor agridulce ciertos frutos.
Sí. Así las horas pálidas de espanto me enterncecen
hasta explayar mis ansias sobre las avenidas
donde posa la tristeza.
Allí todo es mío y nada tengo
florece el naranjo
cuando el polvo barre la tarde.
Agosto 30, 2000
(De Florece el naranjo, CNE, 2002)
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me gusto bastante, diferente y sencillo
rimico y profundo
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