Qué me agradeces, padre, acompañándome
con esta confianza
que entre los dos ha creado tu muerte?
No puedes darme nada. No puedo darte nada,
y por eso me entiendes.
Volver a Jaime Gil de Biedma
Qué me agradeces, padre, acompañándome
con esta confianza
que entre los dos ha creado tu muerte?
No puedes darme nada. No puedo darte nada,
y por eso me entiendes.