Las Jarchas Mozárabes fueron versos que se volvieron sumamente populares a partir del siglo IX, al recitarse como pequeños estribillos al final de las muasajas, un tipo de poema árabe que solía ir acompañado de música. Cabe mencionar que el término Jarcha procede del dialecto mozárabe y su significado en español es salida o final.
Estos pequeños versitos fueron utilizados por diversos autores para darle un remate final a sus muasajas y prodigarles un carisma popular con un cierto arraigo ancestral. La diferencia entre ambos estilos (muasajas y jarchas) es que las muasajas se hallaban escritas en árabe, mientras que las jarchas, en el dialecto mozárabe, utilizado en el Reino al-Ándalus. Además, mientras que los poemas arábigos son entonados por una voz masculina que canta utilizando elementos líricos relacionados con la belleza, las jarchas son declamadas por una mujer y consisten en lamentos de amor y soledad que van dirigidas a un amante que no les presta atención. A través de ellas, puede leerse también la resignación de un pueblo contra la persecución y la adversidad que debió enfrentar durante siglos, personificando en el amor esa esperanza de paz y tranquilidad que parece tan huidiza y lejana.
Con el paso del tiempo las muasajas evolucionaron a los zéjeles, un tipo de forma poética que se hallaba escrito en un lenguaje arábigo vulgar y con elementos realistas. Algunos de estos poemas, también se valieron de las jarchas para rematar sus palabras.
A continuación presentamos "Canciones" y "Canciones I".