El camino, despacio,
retrocede a nuestras espaldas.
Todos los árboles se han alejado
hacia el poniente.
Todo en la tierra
se aleja alguna vez.
La luna y el paisaje.
El amor y la vida.
El reloj, en mi muñeca,
dice que son las cinco de la tarde.
La hora de los adioses,
la hora en que la misma tarde
agita nubecillas en despedida.
Volver a Jorge Debravo
este poema dice verdades.no lo savran apreciar las personas que no lo han vivido.
este poema me llega al corazon y me gusto mucho me gusta todos los poemas de amor y de despedida buenoi yo creo que te deves de inspirar en alguien para escrivir esto poemas muy bonitos
ooh me encantó este poemaa! muy chidO
pero me gustaría que dijiera más cosas del adios..
de un amor que no pudo ser... lo interrumpió el tiempo el deseo de una vida mejor..aww que tristeza..
esta muy chido y da tristesa
Hola me gusto este poema y felicito al autor.besitos para todos me encantan los poemas.
hola me gusta muncho es muy bonito y saludos a todas las personas que lo lean
hola TA BACAN TU POEMAS pero dejare mi msn para que me agregen las personas de esta pajina es [email protected] cuidense
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