Sentados frente al fuego que envejece
miro su rostro sin decir palabra.
Miro el jarro de greda donde aún queda vino,
miro nuestras sombras movidas por las llamas.
Esta es la misma estación que descubrimos juntos,
a pesar de su rostro frente al fuego,
y de nuestras sombras movidas por las llamas.
Quizás si yo pudiera encontrar una palabra.
Esta es la misma estación que descubrimos juntos:
aún cae una gotera, brilla el cerezo tras la lluvia.
Pero nuestras sombras movidas por las llamas
viven más que nosotros.
Sí, ésta es la misma estación que descubrimos juntos.
-Yo llenaba esas manos de cerezas, esas
manos llenaban mi vaso de vino-.
Ella mira el fuego que envejece.
Volver a Jorge Teillier
se que lei al poeta de apellido tan raro hace ya muchos años,por allá en el sur(mas al sur).Desde aquella vez...lo he buscado para verme reflejada en sus versos, cada vez. Y ,aún mas que en neruda, en teillier logro descubrir las estaciones de mi infancia, entre la lluvia, el olor de la madera recien cortada(la leña)el frio extraño...Teillier,los rios...cuando ya no quede nada(como dicen que sucedera) bueno sera volver a leerlo
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