Surge, a un replique modulado en trino,
del misterio floral en que reposa,
la blanca EucaristÃa, blanca rosa
emergente del Cáliz purpurino.
La espiga recibió el Cuerpo Divino,
pero la vid su sangre generosa...
¡El trabajo y la lucha, en dolorosa
Ãntima comunión de pan y vino!
En el pecho del Cristo moribundo
la férrea pica se bañó de lumbre
y floreció como clavel de grana.
El pan sagrado es la salud del mundo;
pero, el subir del Gólgota a la cumbre...
¡El vino es la redención humana!
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