La niña desea un juguete
Lucha para conseguirlo
Usa su mejor cara
el llanto
los caprichos
Lo acuna con palabras dulces
como canto de sirenas
habla para él
sólo para él
al fin y al cabo es su jugete
Cuando se cansa
inventa un nuevo juego
Lo recrimina
lo amenaza como a un hijo
Prueba las armas de mujer
lo manipula
Madre al fin
la memoria genética del parto
se cruza
Introduce el dolor máximo
Toma su juguete
le arranca los ojos
lo desarma
despedaza
Pretende jugar con los pedazos
pero ya no estoy
la dejé jugando sola.
Volver a Juan Daniel Perrotta