Mi tristeza es un mar; tiene su bruma
que envuelve densa mis amargos días;
sus olas son de lágrimas; mi pluma
está empapada en ellas, hijas mías.
Vosotras sois las inocentes flores
nacidas de ese mar en la ribera;
la sorda tempestad de mis dolores
sirve de arrullo a vuestra edad primera.
Nací para luchar; sereno y fuerte
cobro vigor en el combate rudo;
cuando pague mi audacia con la muerte,
caeré cual gladiador sobre mi escudo.
Llévenme así a vosotras; de los hombres
ni desdeño el poder ni el odio temo;
pongo todo mi honor en vuestros nombres
y toda el alma en vuestro amor supremo.
Para salir al mundo vais de prisa.
¡Ojalá que esa vez nunca llegara!
Pues hay que ahogar el llanto con la risa,
para mirar al mundo cara a cara.
No me imitéis a mí: yo me consuelo
con abrir más los bordes de mi herida;
imitad en lo noble a vuestro abuelo:
¡Sol de virtud que iluminó mi vida!
Orad y perdonad; siempre es inmensa
después de la oración la interna calma,
y el ser que sabe perdonar la ofensa
sabe llevar a Dios. dentro del alma.
Sea vuestro pecho de bondades nido,
no ambicionéis lo que ninguno alcanza,
coronad el perdón con el olvido
y la austera virtud con la esperanza.
Sin dar culto a los frívolos placeres
que la pureza vuestra frente ciña,
buscad alma de niña en las mujeres
y buscad alma de ángel en la niña.
Nadie nace a la infamia condenado,
nadie hereda la culpa de un delito,
nunca para ser siervas del pecado
os disculpéis clamando: estaba escrito.
¡Existir es luchar! No es infelice
quien luchando, de espinas se corona;
abajo, todo esfuerzo se maldice,
arriba, toda culpa se perdona.
Se apaga la ilusión cual lumbre fatua
y la hermosura es flor que se marchita;
la mujer sin piedad es una estatua
dañosa al mundo y del hogar proscrita.
No fijéis en el mal vuestras pupilas
que víbora es el mal que todo enferma,
y haced el bien para dormir tranquilas
cuando yo triste en el sepulcro duerma.
Nunca me han importado en este suelo
renombre, aplausos, oropeles, gloria:
procurar vuestro bien, tal es mi anhelo;
amaros y sufrir tal es mi historia.
Cuando el sol de mi vida tenga ocaso
recordad mis consejos con ternura,
y en cada pensamiento, en cada paso,
buscad a Dios tras de la inmensa altura.
Yo anhelo que, al morir, por premio santo,
tengan de vuestro amor en los excesos:
las flores de mi tumba vuestro llanto,
las piedras de mi tumba vuestros besos.
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Simplemente ¡GENIAL!
(de una madre con dos hijas)
LOS FELICITO POR PUBLICAR ESTOS BELLOS POEMAS EN LA WEB, ESO HABLA DE SU SENSIBILIDAD. RESPECTO AL POEMA PODRIA DECIR MUCHAS COSAS, PERO ES MI POETA FAVORITO Y CREO QUE CUALQUIER CALIFICATIVO SERIA POCO. GRACIAS
Este poema de Juan de Dios Peza me gusta mucho y deso saber mas a serca de este poema
Me parecio muy hermoso por que habla sobre una madre
que quiere expresar todo lo que siente el amor tan grande
que le tiene a sus hijas y lo expresa todo en un poema
estos poemas son de lo maximo me gustan mucho en mis fines de semana yo los leeo y les cuento a mis amigas lo geniales que son lo QIERO MUCHO.......
EE LEIDO ESTOS POEMAS Y SON LO MAS GENIAL ETOY PELIADA CON UNA AMIGA PERO ME DI CUENTA DE QUE ESTOY PERDIENDO A ALGIEN Y PORESO ME LLEVO YA MEJOR CON ELLA TENGO MAS AAA ERES LO MAXIMO ME GUSTAN TUS POEMAS DE MEXICO LO QUIERO....................
JUAN DE DIOS PEZA ES MI POETA FAVORITO Y EN ESTE POEMA ENCIERRA LA HERENCIA QUE CUALQUIER MADRE QUISIERA DEJARLE A SUS HIJAS, YO TENGO DOS HIJAS A LAS QUE AMO POR SOBRE TODO Y QUISIERA QUER ELLAS FUERAN LAS PERSONAS MAS SENSIBLES Y BONDADOSAS DEL MUNDO.
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