Se llamaba María todo el tiempo de sus 17 años,
era capaz de tener alma y sonreír con pajaritos,
pero lo importante fue que en la valija le encontraron
un niño muerto de tres días envuelto en diarios de la casa.
Qué manera era esa de pecar de pecar,
decían las señoras acostumbradas a la discreción
y en señal de horror levantaban las cejas
con un breve vuelo no desprovisto de encanto.
Los señores meditaron rápidamente sobre los peligros
de la prostitución o de la falta de prostitución,
rememoraban sus hazañas con chiruzas diversas
y decían severos: desde luego querida.
En la comisaría fueron decentes con ella,
sólo la manosearon de sargento para arriba,
pero María se ocupaba de soñar,
los pajaritos se le despintaron bajo la lluvia de lágrimas.
Había mucha gente desagradada con María
por su manera de empaquetar los resultados del amor
y opinaban que la cárcel le devolvería la decencia
o por lo menos francamente la haría menos bruta.
Aquella noche las señoras y señores se perfumaban
con ardor
pero el niño que decía la verdad,
por el niño que era puro,
por el que era tierno,
por el bueno, en fin,
por todos los niños muertos que cargaban en las valijas
del alma
y empezaron a heder súbitamente
mientras la gran ciudad cerraba sus ventanas.
Volver a Juan Gelman
Seguramente es un homenaje a personas, que por una u otra causa murieron sin haberlo esperado.
Puede ser la crítica a muchos periódicos de ese tiempo.
En todo caso, el contenido del poema es un escrito muy refinado.
Lo más bonito es, que en el lenguaje sencillo, se empaquetó su verdadero contenido.
Tiene una carácter critco social, muy bonito.
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persona el secuestro y la muerte
de una hija a manos de los
"salvadores" de su patria y a
pesar de de esa inmensa
tragedia no ha perdido la
capacidad poética para expresar
el dolor con la mayor delicadeza,
si hubiera muchos Juan Gelman
en el mundo, los asesinos
salvapatrias no se atreverían
ni siquiera a salir a la calle.
Plantear esto es muy propio de un hombre culto y comprometido con realidad social como Juan Gelman
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