La noche,
como finísimo granado,
madura en la lejana nieve azul.
Como niña perdida en los parques,
la noche canta con sus marineros a bordo del mundo.
Y un enigma de astros
corea la arquitectura sideral.
Volver a Juan Pablo Riveros
La noche,
como finísimo granado,
madura en la lejana nieve azul.
Como niña perdida en los parques,
la noche canta con sus marineros a bordo del mundo.
Y un enigma de astros
corea la arquitectura sideral.
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