Este caballo,
Ramiro,
es de tinta negra,
oscuro como el vino
de su sangre uva,
tiene dientes
que muerden
la ternura de tus ojos,
porque el caballo,
Ramiro,
sabe de ojos...
Los carga limpios
y llorosos.
Aquí está
con cascos de sol,
sentate al lomo
de este caballo de tinta,
te lo regalo,
y como es negro
ponele de nombre
SUEÑO
y ándalo toda la vida.
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