Después del nacimiento
Fui llamada al final de la tierra
Donde construí una prisión
Abierta al denso cielo.
Crecía
Crecía y el signo era un gran cuerpo oscuro.
Los barrotes gemían la corrupción del hierro.
Las ranas como centellas ardientes
Se fecundaban.
Ahora estoy
Todavía conmigo
Sobre el lomo de un caballo
Que no existió
Y sin embargo mañana fingirá reconocerme.
Vuelvo al mundo
Con la memoria ensangrentada.
Expulsada de mí misma
Entro al mundo
Sin buscar explicaciones
O pruebas.
Mañana
Frente al abismo
Observo la caída de mi cuerpo.
(Del libro inédito:Autobiografía Ampliada)
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