El oficio de quien ama es ver
un sol oscuro sobre el lecho,
y en el frío, nacer al fuego
de un verano que no dice su nombre.
Es ver, constelación de pétalos,
la nieve caer sobre la tierra,
algodón del cielo, aire del silencio
que nace entre dos espaldas.
Es morir claro y secreto
cerca de tierras absolutas,
del amor que mueve las estrellas
y encierra a los amantes en un cuarto.
Traducción: Carmen Gloria Rodríguez y Vania Torres
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