¡Has de hacer un gran ramo
con todas tus palabras, hilandera!
Con las grandes palabras que llovieron
más redondas que frutas en un día sin hiel;
con tus grandes palabras
caídas como soles hasta el silencio mío...
Has de hacer un gran ramo con tus voces,
y estarán las pequeñas,
las que fueron semillas aventadas por tu carinio de cien manos;
y estarán las que ardieron como sal en la llama de tu júbilo, amiga.
Con todas tus palabras
has de hacer un gran ramo
para el amor que ha muerto;
para el amor que ha muerto a mediodía,
junto a la fuente de los ocho cisnes...
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Muy hermoso el segundo poema La canción y aunque en el ámbito literario se hable de la musicalidad a ultranza y de lo innecesario de un mensaje en el poema, el que aparece de primero,. Balada para los niños que serán poetas, lo siento más como un juego dadaista y no he considerado a Marechal dentro de este movimiento.
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