Poemas de Lucero Alanís de Gurrola
- Algo para guardar
- Arcángel
- Bajo el tiempo
- Con tanto olvido
- De la mano de un dios
- Desdoblo las esquinas...
- Dos por la calle
- En el sueño de otros
- Escondida en tus cabellos
- Estos caminos...
- Hay pajas tan secas...
- Llevas un impulso irresistible...
- Lorelei
- Magnífica confusión
- Ofrecer flores
- Oscuras monedas
- Partida
- Plasmado en óleo
- Sed
- Solo piel
- Un exótico lugar...
- Y el reptil era mujer...
Seleccionamos del listado de arriba, estos poemas de Lucero Alanís de Gurrola:
Estos caminos...
Estos caminos han extraviado
su mapa
las venas de los hemisferios
agotaron su cauce
abiertos los montes
sus entrañas sangran
irrumpen los tumores de piedras
entre el magma que aborta
y se dirige a los espejos
de ojos invisibles
y volveré entre los humos
-del mapa que fue
antes de mi extravío
Escondida en tus cabellos
Escondida en tus cabellos
de lavanda y tabaco
quiero pensarte como una alondra
un pavo real
que me corona
fugaz el sabor de tu lengua
amargo chocolate
muerdo tu respiración
en palpitar de sábanas vírgenes
cómo caminar sin tus pasos
o mendigar tres lágrimas bajo la furia del sol
estoy en ti
-aunque no lo sepas-
desde antes
cuando tal vez creías que la mejor de tus canicas
era el mundo
y tú el príncipe el tirano el presidente
pero en tu soledad
me soñabas
donde el mar termina
donde el infinito ha marcado sus límites
Algo para guardar
Dejamos una vida cada noche
al borde de la cama
En las ropas
sacudimos con fuerza
el polvo del fracaso
No desnudos del todo
en las cobijas prendemos
un trozo de mañana
para soñarlo muy dentro
de ese par de zapatos
Lorelei
Mitad es un todo
A ella se adhieren como última salvavidas última salvalmas
Imploran permanencia en un mundo que se ha tornado líquido
náufrago en la saliva lacrimoso brota la sangre en el sudor
por todas las cavernas de esos cuerpos malditos
A su belleza acuden como virgen en sus magias
senos propicios para una y un millón de locuras
vientre seductor de tantos colores que llama a dulce canto
-quién supiera de nobles suicidios
Continuo el vaivén de mediavida y náusea
de golpe regala a los hombres visión del medio pez
el profundo de escamas que es timonel y dios
Solo piel
La luz en mi piel se torna oscura
en los himnos del verano
como fruta de mares
Suda bajo el hervor del abrazo
del tiempo que sobre mí palpita
que no acepta resistencia
y me consume
El placer de las cerezas pinta la luz
para que brote de esta piel
lo que ninguno sabe
A veces he sido piel
y a veces también lo que contiene
Magnífica confusión
Después de las doce aún está mi noche de ahora
también el ayer
Hablo a dos tiempos de planes y recuerdos
con mi reloj personal
el que se aleja
de la reglamentaria medición
y escribe poemas en mi almohada
La confusión magnífica
transforma cuentos reales tragedias
en historias
para otro amanece