Me gustas cuando dices tonterías,
cuando metes la pata, cuando mientes,
cuando te vas de compras con tu madre
y llego tarde al cine por tu culpa.
Me gustas más cuando es mi cumpleaños
y me cubres de besos y de tartas,
o cuando eres feliz y se te nota,
o cuando eres genial con una frase
que lo resume todo, o cuando ríes
(tu risa es una ducha en el infierno),
o cuando me perdonas un olvido.
Pero aún me gustas más, tanto que casi
no puedo resistir lo que me gustas,
cuando, llena de vida, te despiertas
y lo primero que haces es decirme:
«Tengo un hambre feroz esta mañana.
Voy a empezar contigo el desayuno».
Volver a Luis Alberto de Cuenca
jejejeje ...está gracioso....!!!! con una ironía propia de la generación a la que pertenece....y con esa mezcla de modernidad tan sorprendentemente apoética, se consiguen poemillas graciosos.
Pues discrepo contigo, félix, a mí me parece algo natural. No iróniko. Natural en el sentido en el que el texto del poema podría ser muy fácilmente la declaración de un joven a su chica. Al no tener rima da sensación de improvisación y al ir argumentando los dones y defectos de su pareja, no advierto ironía, ni mucho menos sarcasmo, sino el hecho de que, esa persona siente tanto amor por ella, que es capaz de decirle que le gustan sus manías y costumbres, sus fallos, y aún más, sus cualidades. Me parece algo tan sencillo, que creo que me atrae por esa razón. ^^
pues yo esoy de acuerdo con felix. Esta misma mañana he tenido examen de la poesía del 75 hasta nuestros días y uno de los trasgos principales es la ironía en los poemas, en este no se ve tan claro, xo tb aparece la ironía.
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