CUANDO me conocisteis,
volvía.
Mi historia viene de más lejos
que mis días primeros.
y cuando me hayáis visto marcharme, para siempre,
seguiré todavía,
sin tiempo ya, la historia comenzada.
Como un día en el tiempo, como el árbol
en la brisa que cruza, yo no me pertenezco,
ni me termino. Es gracias a la muerte
por lo que soy posible todavía
hacia un siempre de rectificaciones,
de referencias. Si no fuera
por esa muerte implícita, ¿qué haría
de tanto amor como me sobra ?
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