Los campos de la patria son una lección retórica de austria-hungría a caballo,
una baladronada de schumann cabalgando en un leño,
una sabihondez del abate liszt,
unos ojos exoftálmicos pidiendo limosna al cielo:
la consapevolezza
del mulo que sueña
con nubarrones desde la tibieza de su cuadra
mientras pasta ante la pesebrera.
Los campos de la patria
son tener cauce y no tener río al que asomarse
cuando se es árbol de la orilla.
...Como cae del cielo
la luz en lamparazos misericordiosos
medidos a zancadas por los postes y sus cables métricos.
Lamparazos de luz:
explosiones radiosas a lo lejos
que no acierta la vista a distinguir
si es aguacero jubiloso y repentino (como en el porvenir de nuestras vidas)
o al cauce abandonado cumplirle la promesa
de que volverá un día a transitar henchido,
con pinos en cantiles por orillas.
Los campos de la patria son
nube rampante en cielo de tormenta,
cañonazo estrellado en el costado mártir
del mapa en carnes vivas
sin nombres con los que arroparse.
Los campos de la patria son lo que resta de
un muro tembloroso de castillo
(como corazón de sandía enarbolado) en el aire de tormenta.
Los campos de la patria son un piano desmelenado cuando
empieza a llover a latigazos igual que exclamaciones
desatando el olor a pasto fresco en todas las conciencias.
Volver a Luis Cañizal de la Fuente
si para esto que veo valió la pena vivir
¿o acaso compensa en algo el bien morir?
¿ sufrir más que amar es lo que he de merecer?
He conocido amores cortos y mal recompensados
nobles hasta darte lo que más valoraban
seguir queríéndote aún viendo que se acababan
unos esperanzas y unos sueños ya desafortunados
De nada me sirve saber que hay un paraíso
o un tenebroso averno
ni tampoco es el purgatorio consuelo
No pudo gozar to lo que merecía y quiso
sufrió mucho corazón tan tierno
negandole aquí el cielo le dió solo el duelo
Lamparazos de luz:
explosiones radiosas a lo lejos
que no acierta la vista a distinguir
Rafael.-
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