Pastora, tus ojos bellos
mi cielo puedo llamallos,
pues en llegando a mirallos,
se me pasa el alma a ellos.
Ojos cuya perfección
desprecia humanos despojos,
los ojos los llamen ojos,
qu´el alma sabe quién son.
Pastora, la fuerza dellos
por espejo hace estimallos,
pues viene junto el mirallos
y el pasarse el alma a ellos.
Muchas cosas dan señal
desta verdad sin recelo:
que tus ojos son del cielo
y su poder celestial.
Pastora, pues solo vellos
fuerza el corazón a amallos,
y la gloria de mirallos,
a pasarse el alma a ellos.
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