Reloj: no marques las horas
porque voy a enloquecer;
ella se irá para siempre
cuando amanezca otra vez.
Para ti, compañero de todas las horas.
Reloj: Alimaña con ejes, rubíes, espirales y hasta
con un tic-tac de corazón; mas no percibe
nunca los sonidos del alma.
Horas: Brazadas de palomas en vuelo. Bisturíes
cortando las cintas plateadas del tacto y
de la carne. Miel rezagada que cae sobre
los muslos. Negrura atormentada de las
noches. Té de las cinco. Damas que te
reflejan en los espejos cóncavos y en los
convexos. Monjas sobre reclinatorios.
Lenguas bisexuales. Rasos y tules para
vestir tu boda. Vientres encinta y en
silencio. Babosas empedrando los ojos y
la piel. Procesión de las ánimas. Fragua
de sueños y de huellas. Garantía de origen.
A los pies, toda mansedumbre, se tiene la alimaña
y simplemente espera.
Volver a Luzmaría Jiménez Faro
ME ENCANTÓ
PEPITA FERNANDEZ
Hermoso poema, hay más tiempo que vida...m.m.mmm...!!!
Felicidades.
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