A Rafael Courtoisie
La alegría puso un huevo. Romper su cáscara es un reto: a un huevo alegre no lo abre piedra ni martillo. Humor y sal, en dosis sutiles. No siempre tiene la superficie de un ovoide. Suele haber huevos cuadrados y en forma piramidal, barra de hielo o de esferas cristalinas. Incluso poliedros. El parto de la alegría en su fase larvaria. Filamentos, sonidos, dientes para la fiesta. Es posible la presencia de ligamentos verdes, líquenes y músculos puestos en marcha como una relojería. También hay truenos y falsas tempestades, reliquias y comisuras resistentes a los buenos deseos. Campos minados y larvas procreadas en incubación ponen en peligro el alumbramiento. Se recomienda no hacer olas, hasta que el fruto adquiera trama de pan o de vitriolo. Se dan casos en que del huevo nace un cubo o un llano de girasoles.
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