Ciudadanos: Al grito de alarmas,
que a ninguno le falte valor,
y que todos agarren sus armas
al sonar la campana mayor.
Ciña, ¡oh pueblo!, tu frente bendita
con coronas de mirtos y rosas,
y que todas las gentes valiosas
se recuerden del gran Comonfort.
Mas si alguno se atreve arbitrioso
a meterse en tus centros poblados,
que toditos se vengan armados
para echar para afuera al traidor.
Por si al caso llegara a ofrecerse,
nadien debe negar su presencia.
Que se junten en la Presidencia
y trayendo sus armas los más.
Pues la seña será la campana
o cualquier otra cosa sonora,
y que todos, a lora de lora,
no se vayan a hacer para atrás.
Ya lo saben: cuando oigan la seña,
nadien se ha de quedar escondido,
pues es bueno formar mucho ruido
y echar gritos, si al caso los ven.
Y que todos avienten pedradas
y les griten muy recio y violento,
y que avienten balazos al viento
y, si hay modo, a pegarles también.
¡Chamacuero! Tus hijos te ofrecen
defenderte con todo y su vida
cuando alguna gavilla o partida
venga al son de quererte ofender.
Pues si quieren echársete encima
al pretesto que train muchas gentes,
ya verá ese confín de valientes
cómo aquí los hacemos correr.
Ciudadanos: Al grito de alarmas,
que a ninguno le falte el valor,
y que todos agarren sus armas
al sonar la campana mayor.
NOTA. Compuse este Himno para que lo canten todos
los vecinos en unión cuando quieran cairnos los
revoltosos y amolarnos, y así de ese modo les
entre el valor. El Director de la Banda de Neutla
se compromiso muy formalmente a componerle su música;
pero como se está tardando mucho y parece que se anda
haciendo del rogar, y el tiempo se está pasando y
hasta es fácil que se acabe antes la revolución,
les advierto que no es necesario esperarlo, pues este
himno puede cantarse con la misma tonada del Himno
Nacional, pues intencionalmente le busqué el modo y
lo compuse apegado a que se pudiera cantar con esa
misma tonada. Y si no, ensáyenlo y verán.
Ya ven, pues, que hasta bien salió y que hasta
parece que adiviné lo que iba a suceder.
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