la certeza del mar a sus espaldas
diseñó su perfil
la niña solitaria tiende un cerco obsesivo
a cada esquina
la acosa desde el parque o la grama
olvida alada el miedo y la hora
hasta que la despierta el aire de la tarde
veloz como si la espantara un hado
pedalea hacia el ma
Volver a María Elena Blanco
Precioso poema.
Felicitaciones
Rafael.-
Debes estar registrado para poder comentar. Inicia sesión o Regístrate.