Padre nuestro que estás en los cielos
con las golondrinas y los misiles
quiero que vuelvas antes de que olvides
cómo se llega al sur de Río Grande
Pdre nuestro que estás en el exilio
casi nunca te acuerdas de los míos
de todos modos dondequiera que estés
santificado sea tu nombre
no quienes santifican en tu nombre
cerrando un ojo para no ver las uñas
sucias de la miseria
en agosto de mil novecientos sesenta
ya no sirve pedirte
venga a nos el tu reino
porque tu reino también está aquí abajo
metido en los rencores y en el miedo
en las vacilaciones y en la mugre
en la desilusión y en la modorra
en esta ansia de verte pese a todo
cuando hablaste del rico
la aguja y el camello
y te votamos todos
por unanimidad para la Gloria
también alzó su mano el indio silencioso
que te respetaba pero se resistía
a pensar hágase tu voluntad
sin embargo una vez cada tanto
tu voluntad se mezcla con la mía
la domina
la enciende
la duplica
más arduo es conocer cuál es mi voluntad
cuándo creo de veras lo que digo creer
así en tu omniprescencia como en mi soledad
así en la tierra como en el cielo
siempre
estaré más seguro de la tierra que piso
que del cielo intratable que me ignora
pero quién sabe
no voy a decidir
que tu poder se haga o se deshaga
tu voluntad igual se está haciendo en el viento
en el Ande de nieve
en el pájaro que fecunda a la pájara
en los cancilleres que murmullan yes sir
en cada mano que se convierte en puño
claro no estoy seguro si me gusta el estilo
que tu voluntad elige para hacerse
lo digo con irreverencia y gratitud
dos emblemas que pronto serán la misma cosa
lo digo sobre todo pensando en el pan nuestro
de cada día y de cada pedacito de día
ayer nos lo quitaste
dánosle hoy
o al menos el derecho de darnos nuestro pan
no sólo el que era símbolo de Algo
sino el de miga y cáscara
el pan nuestro
ya que nos queda pocas esperanzas y deudas
perdónanos si puedes nuestras deudas
pero no nos perdones la esperanza
no nos perdones nunca nuestros créditos
a más tardar mañana
saldremos a cobrar a los fallutos
tangibles y sonrientes forajidos
a los que tienen garras para el arpa
y un panamericano temblor con que se enjugan
la última escupida que cuelga de su rostro
poco importa que nuestros acreedores perdonen
así como nosotros
una vez
por error
perdonamos a nuestros deudores
todavía
nos deben como un siglo
de insomnios y garrote
como tres mil kilómetros de injurias
como veinte medallas a Somoza
como una sola Guatemala muerta
no nos dejes caer en la tentación
de olvidar o vender este pasado
o arrendar una sola hectárea de su olvido
ahora que es la hora de saber quiénes somos
y han de cruzar el río
el dólar y su amor contrarrembolso
arráncanos del alma el último mendigo
y líbranos de todo mal de conciencia
amén.
Volver a Mario Benedetti
la verdad esta muy chida
yo pienso que este autor es muy bueno
por que esta muy bonita esta pòesia
Este es uno de los poemas sociales mas impresionantes que haya visto la luz. un grandioso poema y no es de estrañar lo hizo el gran Benedetti
como argentina....creo que es una bendicion saber que al pensar de eta manera nos alivia el alma ...no estaremos nunca solos si tu Mario vives!!!!!!!!!!!
Hombre de cualquier era, universal, conocedor del entorno...va mi respeto a brillante caballero que ama a la Amèrica Bolivariana y a sus pobres en conjunto.
este poema es muy interesante me gusta tiene un buen contenido y buen verso
este poema me parece muy interesante y se los recomendaria a todo el mundd
de verdad me parece un poema esplendido en el cual queda muy bien plasmada la divergencia entre lo divino y real, entre lo tristemente tangible y la ciega fe que nos cega. fe y razon deben tener una convergencia y esto se acerca bastante
MAAESTROOO
Por supuesto que es un gran poema de un gran poeta.
El padre nuestro latinoamericano me acompaña sin quererlo cada vez que de igual maneraq asisto a una misa y lo rezo en mi interior sobre todo esa parte de 'no quienes santifican en tu nombre cerrando un ojo para no ver la uñas...'
jajajjaj cuantas verdades juntas che!
un aplauso para benedetti!!
es aqui cuando la palabra del poeta se vuelve grande como la de Moises y Elias, y sus versos son las parabolas del carpintero de Nazaret que llegan hasta nuestros dias tu palabra y tu verso llegara a la inmortalidad
dende que por casualidad un dia entre mis mano me encontre con un libro de este autor me quede faccinada me henamore de este auto es espredido y el padre nuestro es genial es muy humano muy del pueblo porque nosotro somo el pueblo
Don Mario Benedetti, tanta luz y verdad en este hermosisimo poema social. Nunca olvidar. Salud y eternidad para mi poeta favorito.
este poema es grandioso!
en verdad que en la vida real es difícil creer en algo demasiado bueno, pero la esperanza es lo último que muere ;)
JAIME GARCÍA ÁLVAREZ
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