Para qué comprar libros de versos
si tengo la poesía en mi casa
Es una navidad de palabras no regaladas aún
un verdadero cumpleaños sin velas y sin torta
sin invitados a la mesa
Yo soy el festejado
el importante todos los días del año
Desde mi catre cuelgan apellidos
sociedades que la tierra inaugura
y me entrega a pedazos
religiones como serpentinas
abrazos fermentados o encubiertos
Como accionista mayoritario de la poesía
desayuno, almuerzo y ceno
en cada página que escribo
me bajo los pantalones si deseo entre oda y oda
me tiro el pelo resucitándome
esperando que las ideas reboten en las ventanas
y se amontonen en mi cuerpo
Respiro poemas por las orejas
mi sudor es poesía cuando abro las piernas
cuando orino y mojo mis zapatos
cuando estornudo
Las sillas hicieron mi antología
las toallas encuadernaron mi obra
las hormigas tradujeron a su lengua
lo que salía de mi boca
las arañas enredaron papel y pluma
el suelo se preocupó de autografiar cada mancha
cada punta de ojo derramada y viva
Mañana preguntaré mi nombre en las ciudades
en los muelles, en las poblaciones
mañana recorreré mercados
y edificios a medio terminar
mañana me sentaré a la mesa con todos los verbos
y con un libro de versos recién comprado.
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