Somos un recipiente de comparsa
comitiva, venenos, inseguridades,
posesiones, recorridos, tradiciones,
traiciones y todos tenemos:
Un carnicero que nos tijeretea
el largo ombligo que nos une al
egoismo de la vida
Un olor a tabaco al que llamamos padre
Una maestra que dicen nos adiestra
Un perro que nos ladra y se nos presta
Un oficial que nos apunta de por vida
y un ángel guardian que lo disuade
Un político que agranda nuestras ignorancias
y un espejo empachado de arrogancias
Un negro, un indio a quien odiar
y un gringo que nos menosprecia igual
tenemos
un niño para ver en el reflejo de sus ojos a nuestra vejez
y un viejo para lamentar que el tiempo no vuela al revés
dioses funcionarios que archivan nuestras oraciones
admirando con el tiempo nuestras destrucciones
tenemos
a un pobre que nos vuelve ricos
y a un rico que no suelta un perico
un comerciante que madruga sus recados
y una iglesia que nos compra y vende los pecados
un idiota que aplaude nuestras excentricidades
mientras que un espejo nos ahorra las desigualdades
tenemos
a un desamparado que ve en nosotros a un profeta
sin las suciedades de consumo que nos comprometan
un reflejo póstumo en algún lago
y un mar al que ensuciamos con nuestra mirada
Un ciego que nos hace ver el mundo
y otro que nos lleva de la mano
tenemos
muchos seres para enterrar
y pocos hombros para ser llevados
muchos seres para odiar
y pocos para ser amados
tenemos viceversas
y siempre vamos para un mismo lado
médicos para morirnos cada hueso un día más
y media humanidad soñando con la paz
animales indefensos para exorcisar las cobardías
traficantes de egoismos inaugurando cofradías
un loro que nos remeda
un hijo que nos iguala
un cura que nos absuelve
un amante que nos ignora
panaderos sudando sobre nuestro pan
y justas religiones para odiar a un musulmán
herreros para soldarnos cárceles
desamparados para llenar hoteles
una vaca para pasarla a tabla
aunque mamando hayamos aprendido de ella el habla
una televisión con ideas cancerígenas
una radio depresiva
un tocadiscos donde se parqueó la moda
y algunas revistas viejas con raíces
Un jefe que nos ordeña
Un estado que nos ofende
Un ministro de descaros
y semáforos sin colores
dentistas para asesinar el habla
y mecánicos para enfermarnos el andar
asaltantes que nos roban con modales
y otros que nos pegan sin robar
un artista que adivina en nosotros a una obra de arte
y un pariente que quisiera que estuvieramos en marte
Abogados vaqueros buscando errores
para disculpar delitos en el nombre de la ley
Jueces con sotana
que condenan si les dá la gana
casualmente
una mujer nos sonríe ahí en la esquina
y la mano de una niña se nos tiende
herida en un supermercado de morfina
pero no dejamos de tener también:
un auto para demostrar nuestro valor social
y gobiernos para proteger al criminal
democracias agarradas por el cuello
que sin gracia han regalado hasta el resuello
Gentes que protestan sin criterios
heroes que dan prestigio a un cementerio
Tenemos un enmascarado de moda que comercia con sus dueños
y a veces muchos sueños que seguido alguien nos poda
dictadores de mala muerte
sudando salud, oprobio y hasta demasiada suerte
Militares que quisieran sindicatos
para cobrar la causa de los malos tratos
Tenemos la esperanza de fortunas
extraviadas en algún lugar
el instinto del Tener
y la cobardía del no Ser
tenemos
una mujer a la que ofendemos
y una mujer que nos adora
una mujer que nos espera
y otra que nos ignora
existe una mujer
a la que no conoceremos
porque de seguro
no querría ni que la soñemos
Tenemos
un reloj
y una brújula
llena de viajes
todo un planeta para vivir
soñando que iremos a la luna
y sin embargo solo tenemos de cuna
un par de metros
para morir.
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